En épocas como las que vive nuestro amado Perú y muchos países del mundo, donde los lazos que unen familias, amigos y a toda la sociedad continúan siendo mutilados, los valores que desde pequeños nos enseñaron en el hogar y escuela se van dejando en el olvido y hay quienes igualdad de oportunidad no han tenido; así, el sueño de aquel niño de tener una vida digna sigue siendo amenazado con ser interrumpido.
Entonces, es cuando más se necesita estar unidos, y en este último mes del año 2022, hagamos juntos de la Navidad nuestro mejor regalo, aquel que viene envuelto de magia y no de papel, que trae puesto un moño con fuertes lazos que nos abrazarán, para llenarnos de alegría y aun cuando no le sea fácil convertir un rictus de tristeza en una sonrisa, nos abrigará de esperanza, tocará las puertas de nuestro corazón y este las abrirá para recibirlo con ternura, resonarán villancicos y lo acogeremos con dulzura; pero no aquella que sabe a una taza de chocolate o a un apetitoso pan de pascua, sino a la frutilla más rica que ha sido confitada en nuestra alma.
Por eso, desde el lugar en el que nos encontremos, abracemos la Navidad y alberguémosla en nuestro corazón para transformar y encontrar su verdadero significado. Por más largo que sea el camino, busquemos, como los reyes magos, la brillante estrella de Belén que guíe tan arduo recorrido, pues el verdadero gozo de la Navidad no se halla en la compra de regalos ni en gastos excesivos, sino en recibir a tan maravilloso niño y en la expresión de amor de servir a nuestro prójimo y de sentirnos bendecidos.
¡FELIZ NAVIDAD!
Noticias relacionadas