Las plataformas de emisión en directo u over the top (OTT, por sus siglas en inglés) siguen ganando terreno en el área del ocio y entretenimiento. Según la Organización de Telecomunicaciones de Iberoamérica (OTI), Perú es uno de los países de Latinoamérica que más consume este tipo de contenidos, sobre todo Netflix, la plataforma más importante de los últimos años en este rubro.
Con el propósito de conocer a qué se debe la gran acogida de plataformas en nuestro país, como Netflix, que viene incrementado en grandes cantidades sus suscriptores cada año, Carlos Torres Ravello, docente de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad César Vallejo (UCV) y especialista en programas televisivos y series, explica que esto es parte de una tendencia mundial.
“Actualmente, los usuarios prefieren paquetes con contenidos más personalizados que los que brindan los medios tradicionales. Cada año, millones de personas en el mundo dan de baja a los servicios de cable y se mudan a los nuevos OTT en busca solo de lo que desean ver. En el Perú, hay 4.5 millones de usuarios de OTT, como Netflix, Disney+, HBO Max, etc.”, comentó.
En el caso de Netflix, la plataforma se ha valido de varias estrategias para poder incrementar su audiencia en todos estos años, por ejemplo, las nuevas adaptaciones de exitosas series o películas de los años 80 y 90.
“Una de las estrategias de Netflix fue comprar franquicias televisivas que fueron sacadas de canales de televisión como, por ejemplo, la serie 24 de TNT, al igual que Lost, o The Walking Dead. Otro de los elementos fundamentales para crear una estrategia de programación exitosa fue brindarle a las personas series que vieron en su niñez y debido a la nostalgia volvieron a ver”, sostuvo el Dr. Torres Ravello.
Es preciso mencionar que a pesar de las grandes migraciones de usuarios a estas nuevas plataformas, todavía la audiencia de los medios tradicionales, como la televisión, sigue prevaleciendo en los hogares de los peruanos. En ese sentido, el especialista realiza una descripción del público que prefiere consumir contenidos a través de este tipo de formatos.
“Estas preferencias corresponden normalmente a personas con poder adquisitivo de niveles socioeconómicos medio a medio alto, es decir, de niveles C, B o A de las distintas regiones de nuestro país. Lógicamente, las personas de más bajos recursos no tendrán dentro de sus prioridades invertir en este tipo de entretenimiento. Si hablamos de edades, básicamente serían todas”, acotó el especialista.