Tratemos de imaginar un aula donde los docentes vayan realizando y comentando experiencias reales como, por ejemplo, el manejo de la parte operativa en una empresa. Allí se otorgaría a las estudiantes alternativas en las que tienen que analizar, dar soluciones diferentes, manejar el cambio de precios, la subida del dólar, procesar el tema logístico ante situaciones adversas, organizar al personal, etc.
Si bien es cierto que estas son situaciones ficticias, en la práctica les puede servir, ya que en este mundo que conocemos nos estamos adaptando a una nueva estructura: la de internet. Esto ha hecho que la forma que nos relacionemos haya variado y, por ende, exista una mutación en la educación que antes conocíamos versus la que conocemos actualmente.
Los estudiantes tienen una información bastante importante que viene no solamente del internet, sino también de los conocimientos que los docentes les brindan. Para ello, estos deben de contar con recursos para poder enseñar de una forma más proactiva y gerencial. Podríamos nombrar varios aspectos como, por ejemplo, el aprendizaje por competencia o el cognitivo emocional.
Una labor en la que los docentes tienen que estar inmersos será el uso de las nuevas tecnologías que se están arraigando día a día, ya que las nuevas generaciones siguen avanzando a pasos agigantados.
Cabe recordar también que la humanidad se fue actualizando en tecnología y educación cada 60 años o un poco más, pero ahora, con el uso de la virtualidad y las ya famosas inteligencias artificiales, la humanidad está avanzando y actualizando su tecnología a un paso abismal y, según los expertos, es cada 10 minutos.
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