Desde la publicación del libro de Nassim Taleb, The Black Swan: The Impact of the Highly Improbable, en el año 2007, muchas organizaciones, ya sean empresas o centros de educación, han observado con más detalle aquellos sucesos que nunca estuvieron en los planes o mapeo de riesgos de todo tipo de industria. Si bien, estos sucesos altamente improbables siempre han existido durante el desarrollo del homo sapiens, el impacto de estos se percibe con mayor criticidad y han hecho un llamado a todo tipo de organización para realizar una nueva revisión a sus mapas de riesgos.
La profundidad de estos ha llevado a que sucesos como crisis económicas cada vez más frecuentes, una pandemia que afecta a nivel global, guerras en el mundo con un tono y sustento más económico y avances tecnológicos que crean grandes disrupciones en el plano socioeconómico, provoquen una reacción más crítica por parte de la población y organizaciones de diversa índole.
En Perú, al estar aún en un contexto de globalización, estos sucesos no son ajenos y sus claros impactos los vemos reflejados en planos sociales, económicos, políticos y jurídicos. El producto bruto interno (PBI) del Perú al 2022 terminó con un crecimiento del 2.7 % respecto al 2021 y dentro de este, el sector construcción contribuye con un 6.8 % del PBI.
Dentro del sector construcción, lo referido a construcción de viviendas tiene objetivos principales como generar empleabilidad, pero también satisfacer la demanda de habitabilidad de una gran parte de la población. Según un estudio del Fondo MiVivienda elaborado en 2018, se estima que en Perú hay una demanda efectiva de vivienda de 0.95 MM de familias y a pesar de que el efecto de la pandemia por covid-19 y las crisis económicas han desacelerado su crecimiento, este sector no deja de crecer.
Sin embargo, a pesar de que el segmento de construcción de vivienda suene muy atractivo como negocio, varias variables como cambios en la definición del producto, herramientas financieras cambiantes y costos de construcción muy variables impactan en la rentabilidad de este segmento. Por ello, ante un objetivo claro, pero con herramientas cada vez más caras, es de vital importancia como primer frente medir la eficiencia de la cadena de suministro.
La cadena de suministro de este segmento considera no solo los costos de los materiales de construcción, tales como fierro de construcción, ladrillos, aditivos, cemento, sistemas y artículos de electricidad y artículos de grifería. También se vienen dando soluciones integradas como placas de concreto, concreto premezclado, vigas de acero y acero dimensionado con lo que se apunta a reducir los tiempos de construcción y, por tanto, también los periodos de financiamiento de las empresas.
Así, el reto de este segmento, como muchas empresas en otros sectores, es la reducción de costos muy alineada, hoy en día, con el tiempo de construcción. Es por ello que la cadena de suministro requiere que toda empresa que entre en este segmento atienda con mayor eficiencia un Gantt cada vez más exacto. ¿En qué beneficia que microempresas o necesidades familiares de construcción consideren una planificación de actividades y recursos? Principalmente en consolidar una planificación de demanda por zonas de construcción, traducido esto en reducción de costos.
Otro reto que enfrenta es la disponibilidad de materiales y artículos utilizados en la construcción. El desarrollo de marcas nacionales para materiales de construcción ha descongestionado la necesidad de estos e inclusive se ha dinamizado con la aparición de alternativas de construcción tales como estructuras prefabricadas. Sin embargo, respecto a artículos especialmente utilizados en acabados, a pesar de su dinamismo también con marcas nacionales, son aún más demandados los artículos importados, por lo que su agilización en el proceso de importación, hasta los puntos requeridos, es de vital importancia, dándose esto principalmente en medianas y grandes construcciones.
El desarrollo tecnológico para la gestión de atención de demandas de construcción y para el desarrollo de materiales y artículos de construcción, así como las tendencias de arquitectura cambiantes por las nuevas necesidades en las viviendas, sumado a los factores económicos que afectan tanto al empresariado como a los clientes, harán que los retos se vayan afinando cada vez más, produciendo la necesidad que se desmenucen a más detalles los costos y provocando que se tengan que consolidar más los puntos de construcción.
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