A pesar de los esfuerzos de Perú en mejorar los servicios de salud y así brindar un tratamiento adecuado para la población ($ 232,8 por persona), las estadísticas arrojaron que para un tratamiento adecuado el gasto por persona debe ser de $ 264,8 según estudios de la OCDE. Asimismo, Perú se ubica en el puesto 84 de un total de 178 países en lo que corresponde a la inversión en servicios de salud. Estas cifras evidencian la brecha y la poca inversión que se realiza en el país para proporcionar un tratamiento adecuado a la ciudadanía que no cuenta con los ingresos suficientes para una atención privada.
El objetivo principal de esta investigación se centró en analizar la influencia de las políticas públicas en la salud mental de los agentes involucrados en la educación básica regular de la región Lima. Los hallazgos obtenidos brindan una perspectiva sobre cómo diversas dimensiones de las políticas públicas impactan directamente en la salud mental, permitiendo así formular conclusiones esenciales para la mejora de las intervenciones y estrategias gubernamentales.
Por ende, se pudo identificar que las políticas públicas tienen un impacto directo del 6,3 % en los problemas de salud mental. Es imperativo reconocer que este impacto puede variar según las particularidades contextuales, dada la naturaleza multifacética de los problemas de salud mental, que están interrelacionados con factores personales, sociales, económicos, legales y ambientales.
Una de las observaciones cruciales fue que el 5,9 % de los problemas en la salud mental se atribuyen a una inadecuada gestión de las PPE. Esto resalta la necesidad urgente de promover políticas inclusivas que no solo sean basadas en evidencia, sino que también busquen eliminar desigualdades sociales y garantizar un acceso equitativo a recursos y servicios esenciales.
La investigación reveló que el 4,3 % de los problemas de salud mental se originan debido a una gestión inapropiada de las PPG. Para mitigar este impacto, es esencial una gestión multisectorial y multiministerial eficaz que garantice servicios de salud mental de calidad, una coordinación adecuada entre diferentes entidades y la implementación de estrategias preventivas integrales.
Por lo tanto, se determinó que el 3,7 % de los problemas en la salud mental están vinculados con una gestión deficiente de las PPT. La importancia de una gestión adecuada radica en asegurar que los servicios de tratamiento sean accesibles, de calidad y basados en evidencia, garantizando una atención integral y continua para quienes lo necesiten.
Finalmente, dada la relevancia de estos hallazgos, se insta a los líderes gubernamentales y directivos a priorizar la inversión en salud mental. Es esencial asignar recursos adecuados para fortalecer los servicios de salud, ampliar la capacitación de profesionales en el área y mejorar el acceso a tratamientos psiquiátricos y medicamentos. Solo mediante un compromiso genuino y acciones concretas podrá abordarse de manera efectiva y holística el bienestar mental de la población, en especial de aquellos agentes vinculados a la educación básica regular en la región Lima.
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