El mundo laboral está en constante cambio y evolución, y las empresas se enfrentan al desafío de adaptarse a las nuevas realidades y exigencias del mercado. Uno de los aspectos más importantes para el éxito y la competitividad de las organizaciones es el talento humano, es decir, el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores de las personas que trabajan en ellas. Sin embargo, no basta con atraer el talento, sino que también hay que retenerlo, lograr que los empleados se sientan satisfechos, motivados y comprometidos con la empresa, y que no la abandonen por otras opciones.
Esto es especialmente relevante para la generación “Y” o millennial, que son las personas nacidas entre 1981 y 1996; es decir, los primeros nativos digitales y que se caracterizan por su creatividad, su diversidad y su compromiso social. Esta generación representa el futuro del mercado laboral, pero también es una de las más difíciles de retener para las empresas, debido a sus altas expectativas, su baja lealtad y su constante búsqueda de nuevos desafíos.
La generación millennial valora de manera significativa la presencia de un propósito en su empleo, buscando empresas que tengan un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, alineando sus valores con los de los empleados. Un estudio de Deloitte revela que el 75 % de los millennials estaría dispuesto a dedicar más tiempo a trabajar en organizaciones con un fuerte sentido de propósito.
Para retener este talento, las empresas deben definir y comunicar de manera clara su propósito, estableciendo conexiones con las tareas de los empleados para destacar cómo contribuyen al cambio positivo en el mundo. A pesar de críticas que cuestionan la importancia de retener a los millennials, estas objeciones no consideran los beneficios evidenciados como mayor innovación y adaptación al cambio, así como las necesidades actuales del mercado laboral que demanda profesionales flexibles y creativos.
La retención del talento de la generación “Y” o millennial es un desafío constante para las empresas, por ser un cambio en los nuevos modelos organizacionales en donde se adapten a sus expectativas y necesidades, ofreciéndoles un empleo que les aporte propósito, flexibilidad, desarrollo, reconocimiento y bienestar. Solo así podrán fidelizar a esta generación que tiene mucho que aportar al mundo empresarial.
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