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Perú, un país rico en cultura, historia y paisajes asombrosos, se encuentra en un proceso de expansión hacia el mundo del turismo de salud y bienestar. Si bien este sector aún está en desarrollo, el interés creciente de los visitantes extranjeros en tratamientos odontológicos y la relajación en aguas termales destaca como un atractivo singular. La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) revela que este nicho diverso se divide en dos categorías: el turismo médico y el turismo de bienestar, cada uno con su propia singularidad y atractivo.
El turismo médico en Perú ha ganado tracción, especialmente en la región fronteriza del sur. Aquí, miles de chilenos cruzan la frontera hacia Tacna en busca de tratamientos odontológicos de alta calidad. Aunque las cifras exactas pueden ser difíciles de cuantificar, aproximadamente 50,000 chilenos atraviesan el territorio peruano anualmente para someterse a procedimientos odontológicos. Este fenómeno se debe en parte a la excelente calidad de los profesionales peruanos, pero también a los precios significativamente más bajos en comparación con otros países, como Estados Unidos, por ejemplo. Ciudadanos norteamericanos y peruanos residentes en EE.UU. también se suman a esta tendencia, atraídos por la combinación de alta calidad y costos más bajos.
En el ámbito internacional, Colombia se destaca por servicios oftalmológicos, Cuba por tratamientos oncológicos y Brasil por cirugía estética. En esta competencia regional resalta la diversidad de opciones disponibles para aquellos que buscan tratamientos médicos fuera de sus fronteras.
Por otro lado, el turismo de bienestar se está convirtiendo en un segmento en ascenso. Las agencias de viajes están respondiendo a esta tendencia al ofrecer experiencias de relajación y revitalización en aguas termales. Con aproximadamente 500 fuentes termales en todo el país, según el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), Perú ofrece un escenario perfecto para que los visitantes se sumerjan en el bienestar físico y mental.
El turismo de bienestar va más allá de la mera relajación en aguas termales. Incluye actividades como caminatas, masajes y otros servicios que promueven un estilo de vida saludable. Esta categoría también tiende a fusionarse con el turismo místico, ya que los viajeros a menudo buscan conocer los rituales y prácticas espirituales únicas de diferentes regiones. Aunque aún no ha alcanzado la magnitud de otros segmentos, el turismo de bienestar muestra un potencial prometedor en el panorama peruano.
En conclusión, el turismo de salud y bienestar en Perú se está desarrollando gradualmente, presentando una fascinante intersección de tratamientos médicos y experiencias de bienestar. Mientras el turismo médico atrae a pacientes en busca de tratamientos odontológicos de alta calidad a precios más bajos, el turismo de bienestar resalta las aguas termales y actividades de relajación. Ambos segmentos tienen el potencial de impulsar la economía local y posicionar a Perú como un destino de salud y bienestar en el panorama internacional. Con una oferta diversa y un enfoque en la calidad y la autenticidad, Perú está preparado para convertirse en un protagonista en la industria del turismo de salud y bienestar.
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