Tener una idea de negocio para emprender no es fácil en la actualidad. Esto requiere de muchos factores que ayudan a ver el panorama empresarial de forma diferente, y para ello es necesario tener la ganas y el impulso inicial para lograrlo.
Las instituciones educativas de nivel básico y superior motivan a las nuevas generaciones a crear situaciones innovadoras que tengan un impacto social y ambiental dentro del rubro que piensa desarrollarse. Es increíble que muchos jóvenes ya no tengan la ilusión de trabajar en empresas grandes y de renombre, quizás por el temor de someterse a una vida monótona que implica cumplir un horario y limitarse a desarrollarse como persona y profesional.
Cuatro de diez ciudadanos tienen la ilusión de emprender con un pequeño capital. Sin embargo, los errores más comunes que muchas veces comete el emprendedor es pensar que los beneficios y la rentabilidad se verán reflejados en un corto plazo.
Aprendí en el camino empresarial que todo tiene un proceso y es ahí donde debemos aplicar nuestros conocimientos y criterios adquiridos, además de la experiencia que adquirimos en el mundo empresarial. En el trayecto nos vamos a encontrar con diferentes disyuntivas que servirán de experiencia para no seguir cometiendo los mismos errores a futuro. Conozco a varios amigos que son emprendedores y que algunas veces no les funcionó la primera idea de negocio que en algún momento emprendieron. Siempre es recomendable tener un plan de contingencia para aplicar en un corto plazo y evitar así seguir cometiendo errores que pueden llevar nuestro emprendimiento al abismo.
Conversaba hace poco con varios emprendedores y me comentaban su preocupación por la difícil situación que vive el Perú, lo cual perjudica el poder adquisitivo de los consumidores. Con el desempeño que se espera en la segunda mitad del año, el crecimiento del PBI en 2024 sería de 2.8 %; la tasa más alentadora de las últimas dos décadas, excluyendo el periodo de pandemia en 2020. Se esperan estrategias por parte del Ejecutivo y que podamos tener un crecimiento más favorable en los próximos meses.
Al pasar el tiempo, los consumidores se volvieron más exigentes en sus necesidades, obligando al emprendedor a adecuarse a sus gustos. Lo ideal y recomendable es tratar siempre de diferenciarse de los demás. Pueden existir muchos negocios con el mismo rubro, pero dependerá del valor agregado que podamos adicionarle al producto o servicio a comercializar, para ello existen previos estudios de mercado que ayudan a moldear esta estrategia. Gracias a la tecnología y al internet existe mucha información al respecto que puede ser de gran ayuda si no contamos con un profesional que nos oriente y poseemos un presupuesto pequeño.
Es importante recalcar el poco apoyo que brinda el Gobierno para impulsar a los emprendedores; la informalidad lo refleja. Muchos prefieren mantenerse en la informalidad porque consideran que el ente tributario SUNAT comete abusos en sus procedimientos. Para revertir esta situación, dicha entidad debería trabajar para brindar confianza a los contribuyentes y generar mayores ingresos en tributos para el desarrollo del país.
Como peruanos nos caracterizamos por ser creativos e ingeniosos. En ese sentido, el 2023 se presentó como un año lleno de oportunidades y fue por ello que nacieron las ideas de emprendimiento para formar negocios dispuestos a encontrar soluciones; pero, al mismo tiempo, enfrentar desafíos significativos, tales como el incremento de competencia a nivel local, nacional e internacional, el acceso al financiamiento, entre otros factores.
Cerca del 20 % de las personas que inician un emprendimiento esperan respaldo por parte de sus conocidos y buscan motivación, paralelamente la disciplina y la perseverancia son valores importantes que los ayudarán a crecer. Como emprendedor, a modo de experiencia, es bueno saber dos cosas: evitar el mal manejo de nuestro capital y ganancia; caso contrario, haríamos daño a nuestro emprendimiento y este podría desaparecer.
Nuestro país presenta un espíritu emprendedor. El peruano se siente capaz de asumir el reto de ser creativo sea cual fuere el contexto macroeconómico que se presente; tal como lo escribió en Business Empresarial, Fernando Núñez Pazos, socio de Auditoría de Ernst and Young Perú.
Si eres emprendedor informal, puede que en un principio te vaya bien económicamente, sin embargo, cuando recurras a un nuevo proveedor o cliente no habrá documentos formales con los cuales sustentar el negocio y, como consecuencia de ello, aparecerá la barrera del crecimiento y el acceso limitado con el sector financiero.
“Si invertiste en formalizar tus procesos y hacer madurar tu negocio, puedes presentar a la gente lo que eres”, explica Schubert. Según General Entrepreneurship Monitor (GEM). el Perú ostenta el título del país más emprendedor del mundo. En la actualidad, los dueños de las microempresas son los que generan una gran cantidad de empleo y mueven la economía en el país.
Si echamos un vistazo a los emprendimientos, se puede opinar que el emprendedor es merecedor de apoyo para su crecimiento. El Estado debe implementar proyectos que generen el despertar creativo de los emprendedores mediante cursos o capacitaciones con temas interesantes y de actualidad que ayuden a seguir innovando en el ámbito comercial que cada día se vuelve más exigente. Es bueno autoevaluarse y realizarse siempre algunas preguntas: ¿qué habilidades tengo?, ¿qué conocimiento he adquirido?, ¿cuál es mi experiencia?, ¿qué requiere el mercado?
Estoy convencido de que para hacer un emprendimiento nos tiene que gustar, apasionar y debemos estar comprometidos dentro del proceso en marcha. No podríamos aún delegar, porque primero necesitamos conocer el movimiento de nuestro emprendimiento.
Emprender puede ser una excelente opción para aquellos que buscan ser sus propios jefes y tener un control total, sin embargo, muchos emprendimientos no logran sobrevivir. La estabilidad depende del emprendedor creativo-innovador y de las ganas que se pongan en el proyecto que siempre anhelamos poner en marcha.