- Más de 173 incendios forestales azotan el Perú. La Ing. Vanessa Caldas de la UCV subraya la necesidad de mejorar la educación ambiental y la inversión en tecnologías preventivas.
En la actualidad, diferentes regiones del Perú enfrentan un grave problema ambiental debido a los más de 173 incendios forestales que vienen afectando el país. Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), las regiones más afectadas son: Cusco (31 incendios), Huancavelica (21), Huánuco (17), Cajamarca (14), Amazonas y Ucayali (con 11). Por tal razón, es importante escuchar a los especialistas para saber qué hacer frente a estas emergencias.
La Ing. Vanessa Caldas, docente de la Universidad César Vallejo (UCV), expresó su preocupación por los incendios forestales que vienen afectando al Perú y a otros países de América Latina. “A pesar de los esfuerzos de entidades como Sernanp y Serfor, es vital mejorar la educación ambiental y aumentar la inversión en tecnologías que puedan prevenir estos desastres”, señaló.
Incendios forestales en el Perú
A julio del presente año, se han registrado cerca de 4 mil incendios forestales en el país, afectando más de 63 mil hectáreas de bosques y poniendo en riesgo la vida de las poblaciones locales y la biodiversidad, según información del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
La especialista ambiental mencionó que es importante que las personas tomen mayor conciencia sobre el cuidado que el ecosistema debe tener. “Ya es conocido que una de las causas que originan estos incendios forestales es la quema de maleza, una práctica común entre los agricultores. Sin embargo, es importante que el Estado capacite a estos trabajadores a fin de evitar prácticas que tienen repercusiones negativas en el medio ambiente”, acotó.
Alternativas sostenibles para la prevención
Por otro lado, la Ing. Caldas mencionó que existen tecnologías ambientales naturales que pueden ser una alternativa eficaz para limpiar los cultivos sin necesidad de recurrir a la quema. Estas soluciones no solo disminuyen el riesgo de incendios, sino que también contribuyen a un desarrollo agrícola más sostenible y seguro.