Empezaron las clases presenciales en las instituciones educativas del país y, con ello, se visibiliza un problema que sigue presente en las aulas: el bullying. En el año 2022 se registró la cifra más alta de acoso escolar, con más de 2 mil 500 denuncias, tal como lo demuestra el portal SíseVe del Ministerio de Educación (Minedu). Como dato adicional, en ese mismo año se reportaron 308 casos con lesiones físicas.
La Dra. Edith Jara Ames, especialista y coordinadora de la Escuela de Psicología de la UCV, campus Ate, manifiesta en esa misma línea que el niño debe estar preparado para actuar en estos casos.
“Muchos padres creen que sus hijos no pasarán por el bullying o, en casos extremos, insultan a sus hijos para que agredan si son agredidos. En esos casos, deben tener claro que lo que digan los demás no tiene que mellar su estima personal”, expresó la especialista.
El estudiante debe actuar según el tipo de agresión que esté recibiendo:
- Escuchar y con voz decidida decir: “No te metas conmigo que yo sé defenderme”.
- No reaccionar bruscamente y, sin temor, avisar a su docente y a sus padres.
- Salir del contexto agresivo y estar en lugares donde hay personas. No aislarse.
- Generar alianzas con amistades saludables.
- No victimizarse. Buscar y pedir consejos y soluciones a una persona de confianza, en especial los adultos.
- Cuando los chicos no reaccionan, a veces es peor, pues los agresores siguen atacando.
- Creer que contar o avisar lo que sucede es ser “chismoso”.
- Creer que agredir es defenderse.
- Aguantar la agresión hasta que los agresores “se olviden”.
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