Para nadie es un secreto que la afectación en la economía de las personas y de las empresas a causa de la pandemia del COVID-19 ha dejado grandes incertidumbres sobre qué sucederá en el futuro, esto obliga a una reinvención en todos los aspectos.
El ingeniero industrial cumple un papel fundamental en las empresas mitigando los efectos infortunados que ha dejado la pandemia de la COVID-19. Contribuye en el diseño, reinvención de procesos administrativos y procedimientos que conduzcan a la mejora de las empresas en sus líneas de productos, así como de sus flujos de compras, abastecimiento, comercialización, distribución, estandarización y gestión; además de la incorporación de medidas de bioseguridad a sus operaciones, productos y servicios para proteger a sus trabajadores y clientes.
Del mismo modo, contribuye a la integración de tecnología y herramientas virtuales que fortalezcan sus operaciones, y en aquellas operaciones en que esto no sea posible; también está en capacidad de ayudar a diseñar áreas de trabajo que acaten las medidas de distanciamiento y los lineamientos del Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Sumado a lo anterior, sus conocimientos en normatividad les permiten liderar y orientar a las empresas en la obtención de certificaciones de calidad que les abra mercado y les den una mayor garantía sobre sus productos y servicios a sus clientes, en este sentido, empresas que estén en camino de adquirir o actualizar el aval de las administraciones locales, distritales y nacionales para la realización de sus operaciones bajo esquemas y medidas de bioseguridad.
Otra de sus virtudes es la de contar con un panorama sistémico de las organizaciones y su entorno, lo cual le permite generar proyectos, propuestas y soluciones innovadoras, integrales y socialmente responsables; contemplando el efecto de estas en las distintas áreas de la empresa y en su entorno (clientes, trabajadores y accionistas).
También están en capacidad de planear, ejecutar y hacer seguimiento a proyectos que emprenda la compañía, integrando a estas metodologías de mejora continua que, sumadas a un liderazgo colaborativo, permitan promover y fortalecer el sentido de pertenencia, la corresponsabilidad y la colaboración por el logro de los objetivos organizacionales.
Sus conocimientos en simulación también les aportan a las organizaciones la posibilidad de evaluar escenarios computacionalmente, de manera previa, para soportar decisiones sin necesidad de efectuar dichos cambios en el sistema real, y de esta manera, tener una idea del efecto en la operación de ciertas medidas a implementar, buscando una mayor eficiencia en sus procesos y operaciones, con miras a obtener mejores rendimientos financieros.
Las empresas y pequeños comerciantes se han visto obligados a modificar los modelos de venta tradicionales, adaptándose a un sistema virtual, identificando mejor las necesidades de los clientes para dar una respuesta efectiva a estas, por medio de productos y servicios personalizados que agreguen valor. Razón justa para abordar esta situación como un proceso de mejora desde la Ingeniería industrial.
Finalmente queremos resaltar que salir de una crisis no es nada fácil, se necesita disposición y trabajo en equipo. Y por supuesto, de expertos de todas las profesiones y ocupaciones existentes, para reponernos juntos de esta situación. ¡Nuestra sociedad necesita de todos!
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