Después de tomar decisiones importantes, a veces nos cuestionamos sobre el porqué de estas, teniendo incluso a la vista evidencias de que los resultados no serían los adecuados, pero aun así lo hacemos; esto nos ocurre en diferentes aspectos de nuestra vida: familiar, comercial, laboral, política, entre otros.
El psicólogo Daniel Kahneman, en su libro Pensar rápido, pensar despacio (2011), nos hace referencia a dos modos de pensamiento: el Sistema 1, que es rápido y automático, por el decidimos por intuición, con escaso o ningún esfuerzo; el Sistema 2 es lento y consciente, requiere de actividades mentales esforzadas y de concentración.
En la familia, cuando los hijos desean salir el fin de semana con amigos y, para tener éxito en obtener el permiso deseado, esperan el momento oportuno para solicitarlo, ocurre cuando sus padres están de buen humor, debido a que este bloquea al Sistema 2, es decir, en ese momento los padres dejan de pensar en el peligro que podría darse.
En el ámbito comercial, los especialistas en ventas generan la necesidad de urgencia cuando presentan ofertas con descuentos especiales, vemos en la cara de las personas la desesperación por adquirir un producto, decidiendo de manera emocional y usando el Sistema 1, aunque luego en su hogar duden de la compra.
En el espacio laboral, cuando la empresa demora el pago de la gratificación, algunas personas usando el Sistema 1 manifiestan su incomodidad diciendo lo primero que se les ocurre; los que utilizan el Sistema 2 especulan si existen problemas financieros en la empresa, además de considerar las consecuencias de sus comentarios en el trabajo.
En el ambiente político, lo podemos evidenciar en las elecciones congresales y presidenciales. La mayoría de ciudadanos toma su decisión camino al centro de votación o en la misma urna, siendo un voto emotivo y poco pensado, siendo las consecuencias evidentes por usar el Sistema 1.
Evidenciamos que utilizamos más el Sistema 1 que el Sistema 2, la mayoría de nuestras decisiones son rápidas y menos razonadas, lo cual es correcto debido al desgaste y demora que tendríamos en nuestras decisiones al utilizar más el Sistema 2. Por eso, para tener un futuro exitoso, debemos saber elegir cuándo utilizar cada sistema.
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