La OMS define a la familia como "los miembros del hogar emparentados entre sí hasta un grado determinado por sangre, adopción y matrimonio”. Centrándonos en las principales características que posee la familia desde la perspectiva evolutivo-educativa, se puede hablar de un compromiso emocional entre el propósito de existencia y el propósito educativo, un entorno de crecimiento tanto para los hijos como para padres y abuelos, un ambiente de acercamiento inter- generacional, un sistema de apoyo para los cambios y crisis.
La educación es demasiado importante como para dejarla solo en manos de los maestros. La familia debe ser el elemento más activo frente al proceso educativo de los hijos. Recordemos que la dinámica educativa incluye a todos (familias, estudiantes y maestros), lo cual nos lleva a mantener una interacción permanente. La comunicación fluida se convierte en la principal protagonista y, junto con la responsabilidad, se transforma en el pilar de esta conexión que debe existir entre padres y profesores.
Por tal razón, es fundamental que las instituciones educativas cuenten con la participación activa de las familias en el contexto educativo. A través de actividades, charlas, plataformas digitales, reuniones o escuela de familia (escuelas de padres), los padres podrán llevar no solo un seguimiento del crecimiento personal y social de sus hijos, sino que, además, podrán formar parte de este.
Sabemos que las famosas “escuelas de padres” siempre han sido el reto para los maestros, principalmente por lograr la participación oportuna de padres, tutores legales, etc. Estas brindan un ambiente para pensar, concientizar y actuar acerca de la relación con los hijos, mediante el intercambio de información relevante y de casos cotidianos que les permitan alcanzar habilidades personales necesarias para dar solución a los problemas y satisfacer las necesidades de niños y jóvenes. Las escuelas de padres son un recurso de apoyo para que las familias se puedan desarrollar adecuadamente y cumplan con su función de educar y socializar a cada uno de sus integrantes, así como superar situaciones de necesidad y riesgo social. Tengamos en cuenta que se deben aprovechar al máximo estos espacios de encuentro con las familias, debido a que cada una es distinta y todas merecen estar orientadas y educar hacia el sano desarrollo emocional y educativo de los estudiantes.
Al asistir a la escuela de padres, podrían seguir las siguientes sugerencias:
- Ser puntual.
- Ser uno mismo (recuerde que usted y el maestro desean lo mismo: lo mejor para su hijo).
- Mantener la calma (esta es la manera más efectiva de trabajar en conjunto con el docente. Irritarse o molestarse durante la reunión dificultará mucho la posibilidad de tener una conversación positiva).
- Solicitar explicación de cualquier cosa que no entienda (no tenga miedo de pedir aclaraciones).
- Tratar las diferencias de opinión con respeto (conversar sobre sus diferencias con el educador puede ayudar a ambos a buscar una manera más eficaz de ayudar al menor).
- Elaborar un plan de acción (asegúrese de entender las sugerencias del maestro y pida explicaciones si es necesario). Esta lista de sugerencias será su plan de acción.
- Hablar con su hijo (si usted y el maestro crearon un plan de acción, explíqueselo al menor; asegúrese de que este entienda de que usted y el docente crearon este plan para ayudarlo).
- Empezar a trabajar sobre el plan de acción (pregúntele a su hijo cómo se siente acerca de la escuela y su trabajo allí).
- Mantener el contacto con el docente (esto le ayudará a fortalecer el vínculo padre-maestro y será parte importante del éxito escolar: cuando un niño ve que padres y maestros trabajan juntos, entiende que su educación es una prioridad absoluta en la escuela y en el hogar).
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