En el transcurso de esta semana, varios lugares del norte del país hemos sido afectados por las lluvias que, aparentemente, parecían diluvios: las viviendas y lugares de emergencia han colapsado.
Es triste ver que las autoridades no previnieron. Ya ocurrió con el fenómeno de El Niño, que fue catastrófico en nuestro país; ahora, varios departamentos del norte han colapsado, con derrumbes de casas, ríos desbordados, falta de alimentos, lluvias torrenciales y con mucha fuerza, etc. Lo más lamentable es el fallecimiento de varios adultos e incluso dos niños. Duele mucho ver las imágenes y videos impresionantes.
Pacasmayo, ciudad afectada fuertemente, nunca ha estado preparada para esta lluvia. Todo colapsó: parque infantil, comisaría, bomberos, tiendas, hoteles, bancos, etc. Todo lleno de agua, pérdidas materiales y, hasta el momento, todo continúa, no hay tránsito, casas derrumbadas, las iglesias se convirtieron en albergues; pero la solidaridad de nuestra gente es más grande: se comenzaron a formar grupos de ayuda para salvaguardar y ayudar en lo más que se pueda.
Como universidad estamos comprometidos en ayudar y apoyar a nuestros estudiantes, docentes y todo personal administrativo, tenemos grupos de ayuda y estamos en trabajo articulado vivienda por vivienda, porque también han sido muy afectados y lo necesitan.
Se ha creado un número de ayuda para poder verificar los estudiantes y administrativos que requieran ayuda para una mayor coordinación y se lleve el apoyo. La seguridad y salud de cada uno de ellos es nuestra mayor preocupación. Como universidad también hemos sido afectados en el campus con daños materiales, pero eso no nos detiene para ayudar y apoyar a nuestro prójimo.
Se recomienda, debido a las intensas lluvias, colocar sacos de arena en las puertas de sus domicilios para evitar que ingrese el agua; evacuar si están cerca de una zona donde existan quebradas y tener lista la mochila de emergencia; verificar los puntos de evacuación, estar alertas y tener precaución en todo momento.
No esperemos que vuelva a ocurrir para recién reaccionar, debemos ser prevenidos y las autoridades también. Seamos empáticos y ayudemos a nuestro prójimo, recuerden: HOY POR TI, MAÑANA POR MÍ.
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