En el competitivo mundo empresarial de nuestros días, las organizaciones se enfrentan a una creciente demanda de talento excepcional para impulsar su éxito. Atraer a profesionales más talentosos y retenerlos a largo plazo es esencial para que estas empresas cultiven una sólida marca empleadora. Esta marca no solo se trata de un logotipo atractivo o de estrategias de mercado para mantener beneficios competitivos, sino también de generar una cultura de valores auténticos que resuenen en los empleados potenciales. La sólida marca empleadora puede ser el camino hacia el éxito empresarial.
Dicha marca se construye, en primer lugar, con una propuesta de valor hacia el empleado. Se trata de crear un valor compartido de responsabilidad social empresarial por un lado y, por el otro, la búsqueda del desarrollo social del empleado que ayuda a mejorar su calidad de vida, generando, del mismo modo, un mayor compromiso y rendimiento laboral. Este desarrollo social posibilita mejorar el clima laboral y, por consiguiente, su propia cultura organizacional que se ha ido transformando en el tiempo, desde la primera identidad y mentalidad de sus propios empresarios fundadores.
Hay que saber atender las necesidades sociales, pues un empleado constituye el activo tangible valorado por sus habilidades y experiencia, y una marca empleadora sólida puede ayudar a mantenerlos motivados, comprometidos y productivos con el fin de fortalecer la imagen de la empresa y elevar los valores de la misma. Con ello se trata de definir una organización más flexible, pero, a la vez, más eficiente mediante programas voluntarios para mejorar la imagen que proyecta la empresa hacia sus empleados (aumentando su fidelidad) y hacia los candidatos potenciales en el ferviente deseo de entrar a trabajar. Por tanto, el objetivo principal es construir un posicionamiento que permita atraer y retener a los mejores perfiles profesionales.
Tenemos el caso de Google filial de Alphabet (creada desde 2015) que es reconocida por su distinguida cultura empresarial dentro de la cual se fomenta la creatividad, la innovación y el trabajo en equipo. Según el portal web de LinkedIn, las empresas que poseen una marca empleadora muy alta, logran reducir en un 43 % sus costos en el proceso de selección. Tenemos experiencias muy reconocidas como la cultura laboral que incluye condiciones de trabajo seguras y desarrollo profesional en Starbucks, BCP, Cencosud, ambientes de trabajo en Netflix, etc. A raíz de sus buenas prácticas, este año ABE de la Cámara de Comercio Americana del Perú reconoció a Cummins Perú, por su mejor ambiente de trabajo seguro, a CrediScotia por su mejor programa de comunicación interna y a Sodexo por su mejor programa de inducción, entre otras.
A todo lo mencionado, resulta importante recalcar que la marca empleadora debe ser considerada indispensable dentro de las buenas prácticas de gestión de recursos humanos, orientadas al conjunto de acciones dirigidas a los colaboradores con el propósito de generar beneficios, compromiso y producir la retención de los recursos con talento. Una de las ventajas que puede ofrecer una sólida marca empleadora como activo estratégico fundamental para alcanzar el éxito empresarial es atraer y retener talento de alta calidad, de esta forma, aumentará la reputación de la empresa, a la vez que reducirá los costos de contratación.
Para las empresas que buscan alcanzar el éxito en un mundo empresarial altamente competitivo, la inversión en la construcción de una marca empleadora sólida es esencial. El talento es el motor impulsador del crecimiento y la innovación, y una marca empleadora sólida es la clave para atraer y mantener ese talento de manera sostenible.
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