La velación es una importante manifestación cultural del Bajo Piura. Se trata de la celebración de un ritual mágico religioso en el que se cree que el alma del difunto se reúne con su familia. Es un evento que tiene lugar cada uno y dos de noviembre para recordar a los niños y adultos fallecidos. Esta manifestación tiene por objetivo acompañar y homenajear al ser querido que ha partido de este mundo, congregando a familiares, amigos y vecinos en el camposanto.
La velación es un ritual donde los deudos tienen por tradición encender velas o velones blancos en el nicho o en la tumba del familiar fallecido para hacer el rosario pidiendo por el eterno descanso del difunto y, en algunos casos, acompañados por cantantes. Pero hoy en día se están reemplazando las velas por focos alimentados con luz eléctrica. En este ritual también se tiene por tradición la coronación, que consiste en llevar un arreglo de flores de papel o tela. Pero, actualmente, llevan más las flores naturales, como rosas para las mujeres y claveles para los varones, acompañados de gladiolos, lluvias y entre otros arreglos.
Otra práctica muy popular en el Día de Todos los Santos es que los deudos compartan, en las plazas principales o en el camposanto, los llamados “angelitos” a los niños con una edad similar al infante fallecido. Se tratan de dulces típicos y llamativos como suspiros, confites de camote, cocadas, pastelitos y rosquitas, dispuestos en bolsas, lo cual simboliza la ofrenda vinculada a los fallecidos.
El día dos de noviembre, la familia del difunto comparte la “rosca de muerto”, acompañada de miel de atado o miel de chancaca a personas adultas con la edad similar al fallecido, luego que el bizcocho es bendecido por el deudo. Esta rosca es un pan dulce de forma circular con una cruz en el centro. Además de las actividades espirituales, durante las velaciones se acostumbra armar ferias gastronómicas en las afueras del camposanto con comidas típicas de la región, como el copus, el caldo de pata de res para recuperar el cuerpo de la mala noche, entre otros platos regionales.
En conclusión, las velaciones, como ritual mágico religioso, fortalecen los lazos familiares y enaltecen la espiritualidad, reafirmando la importancia de la tradición y las costumbres en la vida de las comunidades piuranas. Sin embargo, es importante que cada vez más personas reconozcan su importancia y mantengan la tradición cultural como patrimonio intangible, la cual debemos preservar para las futuras generaciones como parte fundamental de nuestro legado cultural e histórico.
Noticias relacionadas