- La Dra. Ingrid Galindo, jefa de la Escuela de Derecho de la UCV Ate, brinda algunas reflexiones sobre la película Sonido de Libertad.
¿Cuál sería nuestra reacción ante las siguientes premisas?: “El tráfico humano es un negocio de 150 billones de dólares anuales”, “Estados Unidos es uno de los principales destinos del tráfico de personas y uno de los mayores consumidores de sexo infantil”, “El día de hoy existen más seres humanos en esclavitud que en cualquier otro momento de la historia, incluso cuando la esclavitud era legal”, “Millones de los esclavos son niños”. Con estas aseveraciones termina la película
Sonido de Libertad de Eduardo Verástegui.
Según la Dra. Ingrid Galindo Contreras, jefa de la Escuela de Derecho de la Universidad César Vallejo (UCV), campus Ate, muchos de nosotros seguramente no consideramos estos hechos como reales, quizá bajo la idea equivocada de que eso no acontece en nuestra realidad nacional o bajo la seña de indiferencia de que “si no me ocurre a mí o mi familia, no tendría por qué preocuparme”.
El 8 de febrero de 2023, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), presentó en Lima el “Informe Mundial de Trata de Personas de 2022” -el séptimo de su naturaleza- que abarca datos de 141 países y proporciona una visión general de los patrones y flujos de este delito a nivel mundial y regional, basándose en los casos detectados entre 2017 y 2021.
Cabe señalar que, en todo el mundo, entre 2003 y 2021, se cuenta con información de más de 450 mil víctimas y 300 mil (presuntos) delincuentes detectados con este delito. Este tipo de delitos se opera a través del engaño, la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción como el rapto, el fraude, el abuso de poder o una situación de vulnerabilidad. En consecuencia, el Perú no es ajeno a esta realidad lacerante. La Fiscalía registró 29 mil 400 casos de estas denuncias a nivel nacional entre el 2018 y lo que va del 2023. Más de 2 mil son las que se recibieron entre enero y abril de este año y 688 de estas son investigadas en las Fiscalías de trata de personas (las demás han sido derivadas a las fiscalías especializadas de crimen organizado, lavado de activos, corrupción de funcionarios, entre otras).
Por lo que el brindar información para contribuir a la comprensión de este fenómeno criminal es superlativo, resultando un insumo necesario para que los gobiernos nacionales y locales, la academia, cooperación internacional y la sociedad civil, en general, puedan aunar mayores esfuerzos para el diseño e implementación de acciones eficaces que pongan a las víctimas en el centro de su labor.
Finalmente, la catedrática de la UCV manifiesta se debe construir un verdadero esfuerzo mancomunado y que bajo tal estela –acudimos una vez más a la película– podamos decir: “Seamos sonido de libertad y no silencio de esclavitud, los niños de Dios no están a la venta”.