Una historia de entrega y perseverancia que refleja el impacto transformador de la educación y el amor incondicional.
La historia de Gonzalo Díaz Castillo, egresado de la carrera de Psicología del campus Trujillo de la Universidad César Vallejo, es una de esas que inspiran profundamente. Gonzalo no solo logró cumplir su sueño profesional, sino que convirtió su graduación en un momento profundamente humano: llevar su título a su madre, quien se encontraba internada en el hospital.
Hoy, Gonzalo forma parte del equipo de Responsabilidad Social Universitaria (RSU) de la UCV, desde donde continúa aportando con pasión y vocación. En esta entrevista, nos comparte cómo fue ese camino lleno de retos, trabajo, compromiso y amor.
¿Qué sentiste en ese momento tan especial cuando le entregaste el título a tu madre?
Era el momento esperado por muchos años. Estaba preocupado por su recuperación de la amputación de sus dedos del pie. Ella estaba dándome ánimos para celebrar la llegada del título. Por fuera le mostraba alegría; por dentro, tristeza por no poder compartir nuestro día juntos. Cuando llegué, ella estaba dormida y yo solo me animaba a respirar para no llorar delante de ella, pero la emoción me embargó y ambos lloramos, pero de felicidad.
¿Cómo lograste equilibrar el trabajo, el estudio, el albergue y el cuidado de tu mamá?
Mi trabajo era viajar para campañas de salud ocupacional. Regresaba de viaje e iba al albergue. Antes de que se enfermara, la visitaba los fines de semana. En su internamiento, estaba con ella todos los días; ya no viajaba lejos, solo cerca y con horario reducido, ya que podían pedir medicamentos y tenía que estar con ella. Adicional, emprendí con un negocio de tejido en macramé que hacía en casa y eso ayudaba a tener ingresos. También gestiona la alimentación y gastos veterinarios de los perritos del albergue.
¿Qué significa para ti haber estudiado en la UCV y hoy trabajar en ella?
Sinceramente, siempre quise trabajar aquí. Ejercer como psicólogo en la UCV es una gran ventana para el mundo laboral por la calidad de profesionales que laboran aquí. Y, claro, muchos de mis docentes también son egresados y son de calidad. Esa es otra de mis metas: seguir preparándome y ser docente universitario.
¿Qué mensaje le darías a los estudiantes que están atravesando dificultades personales mientras estudian?
Nunca dejarse vencer por nada ni por nadie. Yo tenía mucha familia o “amigos” que pensaban que, porque los años pasaban y yo no podía terminar, nunca lo haría. Hoy demostré que con sacrificios, dedicación y enfoque en la meta, los sueños de uno mismo se vuelven realidad.
¿Cómo influye tu historia personal en tu vocación como psicólogo?
Como muchas personas, tenemos dudas o preguntas sin respuesta. Yo era uno de ellos. A medida que vas estudiando y avanzando en la carrera, aprendes primero a conocerte y evaluarte a ti mismo para, posteriormente, poder hacerlo con los demás. Un docente nos dijo que un psicólogo muchas veces ingresa para sanar, y tenía razón.
Un camino difícil, pero lleno de propósito.
Gonzalo lo resume con humildad: “El camino fue difícil, pero el apoyo de mi madre fue importante. Gracias, mamá… y un saludo muy especial a todas las madres vallejianas”.
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