Crisis total, lucha de poderes y corrupción; términos duros para un país que hace poco celebró su bicentenario por todo lo alto. Sin embargo, los últimos acontecimientos nos acaban de mostrar la cara más visible de los tentáculos del autoritarismo, la falta de liderazgo y la angurria por el poder.
Una fiscal de la Nación en apuros y un Ministerio Público descabezado moralmente evidencian una crisis que no ha mellado a la principal implicada que ha manifestado su intención de no renunciar. Si bien es cierto que la investigación “Valkiria V” recién acaba de ver la luz pública, no menos cierto es que un trabajo previo y estructurado permitió que el Poder Judicial dispusiera que la fiscal Barreto y su equipo realizaran allanamientos y una detención. Ya existía la resolución debidamente suscrita por la fiscal de la Nación en la que destituían a Barreto y que no pudo ejecutarse porque recién hoy fue publicada en el diario El Peruano. Todo indica que la intención inicial habría sido la de destituir a la Dra. Barreto para impedir que se realizaran los actos de investigación.
Esta consumada destitución repercute plenamente en el proceso. Pues, colocar en dicho puesto a un nuevo fiscal que no estuvo en las diligencias previas, que no conoce lo actuado y que, además, ha sido nombrado por la cuestionada fiscal de la Nación, puede poner en duda la imparcialidad y el correcto seguimiento de este importante caso. Si a esto le sumamos los cambios de otros fiscales responsables de investigar casos emblemáticos, resultan bastante extraños.
Como defensa, la máxima representante del Ministerio Público ha formalizado una denuncia contra la presidenta de la República, Dina Boluarte, y otros, por hechos que seguimos lamentando, pero que consideramos que no enervan todo lo evidenciado en los “chats” que nos demuestran los “lobbys” que se generan para poder satisfacer intereses particulares.
¿Y dónde queda la independencia de poderes? ¡No hay! Y lo más nefasto es que la justicia termina siendo doblegada por el poder político. Creemos que, por un tema de transparencia, la fiscal de la Nación debería dar un paso al costado para una investigación transparente. La institucionalidad del Ministerio Público está en juego.
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