La incertidumbre y la tardanza en actuar para responder a situaciones de emergencia, donde la salud pública atraviesa su peor momento, nos hace referirnos a la zona norte del Perú, en la cual se viven momentos de desesperación atribuibles a los golpes de la naturaleza, que mostró su furia y trajo consigo grandes pérdidas. Actualmente, se tiene un escenario de preocupación al tener que convivir con una amenaza ya conocida como el dengue, considerada como una enfermedad metaxénica (transmisión vectorial).
Bajo un escenario de preocupación, se debe saber que el dengue es una enfermedad compleja transmitida por la picadura del zancudo Aedes Aegypti, insecto que también transmite el zika y la chikungunya. Su presencia es muy común en zonas calurosas y tropicales, como en la costa norte y la selva. Si esta enfermedad no es tratada a tiempo puede causar la muerte o discapacidad; por lo que es importante que ante cualquier síntoma o sospecha acudas al establecimiento de salud más cercano para recibir atención inmediata.
En los últimos días, el Colegio Médico del Perú (CMP) anunció que la epidemia de dengue en el país está en “expansión y desborde”, pues diariamente aumenta el número de personas contagiadas y fallecidas a causa de dicha infección. Es justo y necesario precisar que en lo que va del 2023 existen alrededor de 89.654 casos de dengue en el país (CMP, 2023). Con esta información se pretende exhortar al Gobierno a trabajar articuladamente con los gobiernos locales y los entes involucrados en aspectos de salud pública para controlar la epidemia, ya que “no basta con una declaratoria de emergencia sanitaria”, sino también con acciones claramente eficientes.
Los grupos vulnerables son aquellas personas que por su condición están en mayor riesgo de tener complicaciones graves si contraen esta enfermedad. En este grupo se consideran a gestantes, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, entre otras. También, es importante precisar que la infección por dengue puede ser asintomática; sin embargo, puede tener síntomas como fiebre alta, malestar general, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones o músculos, dolor detrás de los ojos y sarpullido. En la versión más grave de esta enfermedad pueden presentarse complicaciones como dificultad para respirar y complicaciones graves en los órganos.
Es importante precisar que a nivel universitario recomendamos a la población y a los organismos sociales de base en conjunto con sus gobiernos a:
- Priorizar acciones de prevención y capacitación a la población de manera constante y uniforme. Asimismo, recomendamos a la población predisponerse para estar cada vez más informados y saber actuar.
- Realizar un oportuno, amplio y masivo control vectorial por medio de fumigaciones repetidas y uso de larvicidas con el soporte del MINSA.
- Implementar mejoras en los servicios de atención ofertados por los diferentes establecimientos de salud logrando una adecuación y dotación de recursos para una óptima atención.
- Realizar coordinaciones para la incorporación de vacunas contra el dengue con especial énfasis en las zonas endémicas.
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