En la era digital, los servicios en línea han transformado nuestras vidas, pero también han generado desafíos fiscales. La Ley del Impuesto General a las Ventas (IGV) e Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), respecto al uso de servicios digitales y la importación de bienes intangibles a través de internet, es una iniciativa que busca adaptarse a esta nueva realidad. El Decreto Legislativo N.º 1623, aprobado el 4 de agosto, propone aplicar impuestos a servicios digitales como Netflix, Spotify, entre otros, con el objetivo de regular y recaudar impuestos de manera equitativa. Aquí exploraremos los aspectos clave de esta ley, sus implicancias, y cómo afectará a los consumidores y proveedores de servicios digitales en nuestro país.
Las plataformas digitales extranjeras no siempre cumplen con las mismas obligaciones fiscales que las locales, ello debido a la falta de regulación específica en muchos países y a la complejidad de aplicar impuestos a empresas que operan globalmente desde una sede central. Además, existen vacíos legales que estas plataformas pueden aprovechar, evitando ciertas obligaciones fiscales locales.
En países de la Unión Europea, las tasas de impuestos a servicios digitales van del 2 % al 3 %. En tanto, en América Latina, estos impuestos pueden alcanzar hasta el 22 %.
La nueva ley propone que los servicios digitales paguen impuestos por sus operaciones en Perú. Esta medida busca nivelar el campo de juego para las empresas locales y extranjeras, asegurando que todos contribuyan de manera justa a la economía del país.
Esta nueva legislación, conocida como “Tasa Netflix”, establece un impuesto del 18 % y entrará en vigor conjuntamente con las normas reglamentarias que se emitirán en un plazo de treinta días. Las empresas que ya operan en el país deberán comenzar a cumplir con las nuevas obligaciones a partir del 1 de octubre de 2024, como lo había anticipado el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
La "Tasa Netflix" es solo el comienzo. Este impuesto también podría aplicarse a otros servicios digitales como música en streaming, videojuegos en línea y almacenamiento en la nube. Estos cambios obligarán a las empresas a adaptarse, posiblemente repercutiendo en los precios y servicios ofrecidos a los consumidores.
Efectos y consideraciones
- Aumento de costos: Las plataformas podrían trasladar el costo del impuesto a los consumidores.
- Competencia justa: Las empresas locales y extranjeras competirán en igualdad de condiciones.
- Recaudación eficiente: Mejorará la capacidad de recaudación del Estado, incrementando los ingresos fiscales.
La implementación de impuestos a servicios digitales es un paso necesario hacia una economía más justa y equitativa. Sin embargo, es crucial que estas medidas se apliquen de manera eficiente y transparente para minimizar impactos negativos en los consumidores y asegurar una recaudación efectiva.
- Simplificación de procedimientos: Facilitar el cumplimiento fiscal para pequeñas y medianas empresas.
- Educación fiscal: Implementar programas educativos sobre obligaciones fiscales y beneficios de la formalización.
- Incentivos fiscales: Ofrecer beneficios como créditos fiscales a empresas que cumplan con sus obligaciones.
- Tecnología y datos: Utilizar herramientas tecnológicas para mejorar la identificación y registro de contribuyentes.
- Servicios de atención al contribuyente: Mejorar la asistencia y soporte para empresas en el proceso de adaptación a la nueva normativa.
¿Crees que estos cambios incrementen la creación de plataformas piratas? ¿Cómo impactarán en el uso de servicios digitales? ¡Déjanos tu opinión!