Inició el año y con él, las fuertes radiaciones solares. El verano es una de las estaciones más esperadas por muchos, aunque esto implique tener mayores cuidados en nuestra piel.
Como se sabe, la piel es el órgano más grande del cuerpo. Es la primera barrera de protección del medio ambiente y microorganismos, es regulador por excelencia de nuestra temperatura, además ayudan a controlar una respuesta inmunológica.
Una de las características más importantes de la piel es su impermeabilidad, capacidad de no dejar que nada entre ni salga de ella, y que en un adulto joven promedio puede llegar a pesar entre 4 a 6 kilogramos, midiendo hasta dos metros de longitud.
Frente a los cambios climáticos, es importante recordar que debemos cuidar nuestra piel no solo durante los meses de verano, por la fuerte radiación UV, sino también, durante los meses de invierno.
El envejecimiento precoz, manchas en la piel, quemaduras solares, infecciones micoticas, resequedad o piel grasa y sobre todo cáncer a la piel son algunas de las consecuencias ante la falta de cuidados.
El especialista en medicina familiar y docente de la Universidad César Vallejo, Dr. Marlon Edward Torres Alfaro, nos brinda tres pasos fundamentales para el cuidado y protección de nuestra piel:
- Limpiar y exfoliar la piel todas las mañanas. Esta debe desarrollarse de manera constante, utilizando productos que tengan certificación dermatológica y que se adecúen a cada tipo de piel. Esta rutina debe repetirse antes de acostarse para obtener mejores resultados.
- La hidratación constante es esencial. Para ello no se debe consumir bebidas altas en sodio, azúcares o gasificadas, por el contrario, es importante tomar por lo menos 2 litros de agua diariamente.
- Utilizar protector solar es una práctica importante para el cuidado y protección de la piel. Se recomienda el uso diario 30 minutos antes de exponerse al sol y se debe volver aplicar cada 2 horas hasta las 18 horas.
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