El Derecho es una disciplina muy antigua, lo que conlleva a que su aprendizaje también lo sea, lo cual, en función del sistema jurídico en el que nos encontramos, plantee los métodos de enseñanza para el logro del aprendizaje esperado. En nuestro sistema jurídico codificado, en donde las leyes se estructuran de manera lógica y coherente, la función del operador jurídico será contar con herramientas necesarias. Primero, como fase inicial, para conocer las normas vigentes en el sistema jurídico. Como una segunda fase, para aplicar las normas en un contexto real (en el caso que esta sea concordante con los principios y valores del sistema jurídico) y, de no poder ser así, replantear la estructura normativa a través de los mecanismos de modificación o derogación.
Respecto al primera de las fases, es necesario contar con capacidades como el de poder comprender textos, partiendo desde el conocimiento del significado gramatical de las palabras, hasta llegar a comprender el verdadero sentido de la norma jurídica; es decir, conocer la verdadera finalidad para lo cual el legislador ha expedido una norma jurídica. Esta fase consiste, por tanto, en comprender el sentido de una norma a través de métodos de interpretación.
Luego, en una segunda fase, es necesario que el estudiante de Derecho, una vez conocida la norma jurídica (un derecho, un deber, una facultad, una sanción, etc.), debe tener la capacidad de poder aplicar la misma en un caso concreto; es decir, saber si un hecho real o hipotético contiene el o los supuestos (hipótesis normativa) previstos en la misma, así como establecer las consecuencias jurídicas que su cumplimiento e incumplimiento conlleva.
Por último, si al momento de interpretar la norma a un supuesto hecho, nos encontramos ante un defecto de esta, por ser contraria al texto constitucional, tratados, principios o valores jurídicos, debemos de replantear el supuesto a efectos que no contravenga el ordenamiento jurídico. Para tal caso, debemos de tener la capacidad de plantear su modificación o, en otro caso, su derogación y proponer un nuevo texto normativo.
Entonces, la capacidad de interpretar, aplicar y modificar una norma jurídica debe estar presente en la formación de los abogados. Y por eso mismo, los estudiantes de Derecho deben desarrollar estas capacidades en cada una de sus experiencias curriculares que realicen.
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