Según el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, el mes pasado fue el julio más caluroso a nivel global desde 1880, año en que inició su registro. El cambio climático pasó de ser una preocupación futura a una realidad urgente.
Por ello, la industria de la moda está en el foco de atención al ser una de las principales responsables en la crisis climática por sus intensos requerimientos de agua dulce y energía en su producción, emisiones de gases de efecto invernadero, así como su alta generación de desechos, lo que la convierte en la segunda industria más contaminante del mundo, según la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
En este contexto, la adopción de la economía circular en el mercado de ropa usada se presenta como una prometedora solución para combatir el cambio climático, ya que aumenta la vida útil de las prendas, reduciendo la demanda de materias primas y energía, y minimizando así la huella ambiental. Asimismo, esta práctica fomenta una mentalidad de consumo más consciente y sostenible entre los consumidores, extendiendo el consumo responsable a otros rubros.
También se presentan oportunidades de negocio. Según el reporte Thredup 2023, se prevé que el mercado de ropa de segunda mano se duplicará para el 2027, alcanzando un total de 350 mil millones de dólares, liderado principalmente por Asia y Europa, y en donde Sudamérica participa solo con un 3.8%, por lo que existe un amplio mercado por desarrollar en Perú y países vecinos.
Esto nos presenta desafíos: una legislación que promueva prácticas de economía circular, gestión con empresas de moda y retails, infraestructuras para garantizar higiene y calidad de las prendas, pero principalmente un cambio cultural en cuanto a la percepción asociada con la ropa de segunda mano. Es necesario brindar una amplia educación e información a los ciudadanos para superar los prejuicios que se tienen respecto a la ropa de segundo uso.
Por ello, si bien el mes más caluroso jamás registrado subraya la urgencia de abordar el cambio climático, la economía circular en cuanto al mercado de ropa usada es una alternativa prometedora, ofreciendo además oportunidades de negocio, pero requiriendo un cambio cultural para superar los prejuicios existentes.
Noticias relacionadas