Recuerdo que antes, la formación académica en ingeniería ambiental solía depender de extensos libros físicos o de escasos artículos específicos que no necesariamente reflejaban las respuestas de los exámenes escritos ni las soluciones prácticas aplicables a los problemas locales o a ejercicios de campo. Esta desarticulación entre la teoría y la práctica creaba brechas significativas en nuestro aprendizaje, dejando vacíos que solo la experiencia laboral podía llenar. Sin embargo, hoy en día, la situación es diferente debido al exceso de información en Internet. La era digital nos ha otorgado un acceso casi ilimitado a datos y recursos, cambiando el desafío de la escasez a la abundancia de datos. En este nuevo contexto, la inteligencia artificial (IA) juega un papel crucial, no solo mejorando la filtración y validación de los datos, sino también permitiéndonos discernir su precisión para aplicarlos efectivamente en diversas situaciones; claro, siempre y cuando se utilicen las indicaciones precisas.
La enseñanza de la ingeniería ambiental está siendo transformada por la tecnología de la inteligencia artificial. Herramientas como el aprendizaje automático, que enseña a las computadoras a aprender de la experiencia, y el procesamiento de lenguaje natural, que permite a las computadoras comprender y responder a textos humanos, están innovando las aulas y cambiando la forma en que trabajan los profesionales. Gracias a estas tecnologías, ahora es posible analizar y comparar grandes volúmenes de datos geoespaciales rápidamente o simular situaciones ambientales en segundos. Esto no solo mejora la eficiencia y sostenibilidad de las soluciones, sino que también permite a estudiantes y profesionales concentrarse y enfocarse en implementar medidas de control y estrategias de mejora más específicas.
La IA puede automatizar el proceso de evaluación de actividades y exámenes, comparar opiniones de toda una clase, generar hitos de ideas, trascribir y resumir horas de clases en cuestión de segundos, lo que libera tiempo significativo para que los docentes se centren en actividades más importantes como la enseñanza interactiva y el apoyo individualizado a los estudiantes. Sin embargo, la integración de estas tecnologías también presenta desafíos significativos. Uno de los principales desafíos es la capacidad de adaptación de los docentes, quienes debemos actualizarnos continuamente para incorporar estas nuevas herramientas en la enseñanza. Además, la rápida evolución de la IA puede ser una limitación, ya que las herramientas y métodos pueden quedar obsoletos rápidamente, lo que requiere una constante actualización tecnológica y metodológica.
Últimamente, OpenAI ha desarrollado una versión más avanzada de sus modelos de lenguaje, llamada ChatGPT Omnia. Esta herramienta se ha vuelto fundamental debido a su capacidad para generar texto de manera más eficiente, utilizando menos recursos y trabajando más rápido. Además, este modelo incluye nuevas funciones que permiten realizar más tareas simultáneamente y acceder a herramientas avanzadas como el análisis de datos, la navegación web y la creación de imágenes. La integración de modelos de IA, como ChatGPT Omnia, en sistemas de ingeniería podría representar un avance significativo en la automatización y control ambiental. Por ejemplo, podría ser utilizado para automatizar lecturas de sensores, teledetección o monitoreos de parámetros en el sector agrícola, dosificar nutrientes o regular parámetros en campos de cultivos extensos. Esto se lograría a través de la decisión automática de la IA, que puede programar la entrega de estos insumos de manera más eficiente y adaptada a las necesidades específicas del cultivo, optimizando recursos, residuos y mejorando la sostenibilidad de las prácticas agrícolas.
Ahora, es esencial que los ingenieros ambientales y los educadores continúen a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas. El compromiso con la educación continua y la adaptación tecnológica será clave para superar los retos emergentes en un mundo cada vez más basado en datos digitales. En el futuro, la ingeniería ambiental no solo requerirá de un profundo conocimiento técnico, sino también de la capacidad para adaptar y utilizar nuevas tecnologías de manera efectiva. Esto será crucial tanto en la educación de los futuros ingenieros como en su desarrollo profesional.