- Desde su infancia en Acobamba hasta liderar la Escuela Profesional de Ingeniería Ambiental en la UCV, campus SJL, Freddy ha sido un ejemplo de superación, resiliencia y compromiso con la educación y su comunidad.
Freddy Pillpa Aliaga, coordinador de la Escuela Profesional de Ingeniería Ambiental de la UCV, campus SJL, personifica el espíritu de superación. Nacido en Acobamba, Huancavelica, en el seno de una familia agricultora, su infancia estuvo marcada por desafíos que, lejos de detenerlo, forjaron su carácter. Tras perder a su padre a los dos meses de nacido, Freddy encontró en su madre, su abuela, su tío y otros familiares cercanos, un núcleo de apoyo que le enseñó valores, autosuficiencia y el poder transformador de la educación.
“Mi abuela me enseñaba matemáticas usando granos de maíz. Aprendí desde niño que, si no sabía algo, podía aprenderlo. Esa filosofía me ha acompañado toda mi vida”, recuerda Freddy, quien desde pequeño combinó sus estudios con el trabajo en el campo.
Su dedicación lo llevó a ganar una beca para estudiar en la prestigiosa Universidad Complutense de Madrid, un logro que llenó de orgullo a su familia. “Fue un choque cultural enorme, pero también una oportunidad para aprender a trabajar en equipo y adaptarme a nuevas formas de aprendizaje”, afirma. Este logro, asegura, es una prueba de que la educación abre puertas, incluso en los contextos más desafiantes.
Hoy, desde la UCV en San Juan de Lurigancho, Freddy aplica su experiencia personal y profesional para inspirar a los jóvenes que buscan superar barreras. Bajo su liderazgo, se han impulsado iniciativas como la construcción de un invernadero donde los estudiantes pueden desarrollar proyectos de investigación ambiental. “Quiero que mis alumnos vean la investigación como una herramienta para transformar su entorno”, señala.
Freddy nunca olvida sus raíces. A través de proyectos de capacitación, ha compartido con su comunidad en Acobamba - Huancavelica, técnicas para el uso adecuado de fertilizantes, manejo de residuos sólidos y elaboración de compost, demostrando que el conocimiento puede generar un impacto directo en las vidas de las personas.
Para quienes enfrentan obstáculos similares a los que él vivió, Freddy tiene un mensaje claro: “Nunca se den por vencidos. Tengan sus objetivos claros y busquen oportunidades, como becas y voluntariados. La educación es la llave que abre todas las puertas”.
La historia de Freddy Pillpa Aliaga es un testimonio de que, con esfuerzo, resiliencia y el apoyo adecuado, es posible transformar sueños en realidad. Su vida y su labor en la UCV nos recuerdan que no importa dónde se comienza, sino hasta dónde se puede llegar.