Un ejemplo que inspira. Gracias a su perseverancia y dedicación por salir adelante, la Mgtr. Lizet Malena Farro Ruiz, docente y coordinadora de la Escuela de Administración del campus Ate de la Universidad César Vallejo (UCV), se enfrentó desde los 10 años de edad a una cirrosis hepática autoinmune que superó después de una batalla de muchos años, gracias a una donación de órgano y al apoyo de su familia.
La destacada catedrática, quien se ha desempeñado en diferentes rubros de la administración y se siente orgullosa de ejercer la docencia en su alma mater, contó que a lo largo de su adolescencia pasó mucho tiempo entre el hospital y la secundaria, mientras comprobaba lo complicado que resulta en el Perú conseguir un trasplante para su operación.
“Después de varios años de espera llegó el aviso para mi operación. Me llamaron dos o tres veces (del hospital) y de repente algo se caía: la familia del paciente al final se retractaba o, de repente, el paciente no lo lograba; de alguna manera, todo se frustraba”, relata la docente.
Cansada de esta situación, con 17 años y los ánimos caídos a tan corta edad, decidió decirle a su familia que quería disfrutar del poco tiempo que le quedaba de vida, sin imaginar que el milagro por fin llegaría.
“Después de varios intentos, me llamaron nuevamente para un trasplante. Era la cuarta vez que lo hacían. A pesar de que ya no creía, fui con mis maletas sin llamar a mis padres, quienes finalmente llegaron hasta la sala de espera para despedirme. La operación duró más de 12 horas y fue un milagro: otra oportunidad de vida”, cuenta emocionada.
Una misión solidaria
Heredera de la vocación docente por parte de sus padres, la profesora y administradora de empresas Lizet Farro manifiesta que su misión es generar el bien y ayudar a las personas que están a su alrededor para que puedan alcanzar grandes cosas.
“Yo vivo gracias a un donante, gracias una persona que en vida decidió donar sus órganos. Estoy segura de que, desde arriba, este ángel se enorgullece de ver esta noble misión que seguimos compartiendo: poder hacer que todos nos involucremos en esto”, reflexiona.
Luego continúa: “A mí me gustaría que la universidad (UCV), dentro de sus planes, tenga una cultura de donación de órganos, porque esto conlleva a que tomemos conciencia de lo importante que es dar vida a otros”.
Enseñanza para la vida
Además, en su labor como educadora y docente, trata de motivar y conectar con sus estudiantes con enseñanzas que puedan aplicar tanto en el ámbito personal como en el profesional.
“A mis alumnos siempre les comento que nadie tiene la vida comprada y que todo lo que hacemos día a día es una siembra donde mañana cosecharemos frutos dulces y no tan dulces. Es aquí donde también viene el trabajo del administrador, en la mejora continua de esa cosecha”, finaliza.
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