ES | EN | PT
Menu Cerrar
Encuentra el programa que buscas
Programas
Modalidades
Campus
Carreras
Noticias / Eventos +
Noticias / Eventos

El cambio climático, una realidad que impacta con agresividad

Por: Universidad César Vallejo
Noviembre 18 de 2023
Compartir:
Cada día los seres humanos sienten el cambio climático con mayor intensidad, pues este se ha convertido en una realidad del presente para todos y cada uno de los habitantes del planeta. Este fenómeno incrementa cada día, según percepciones de la población, sobre todo, en regiones de la selva. En ese sentido, el Perú, a través de su ente rector que es el Ministerio del Ambiente, cuenta con la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático al 2050 (ENCC 2050) que constituye el principal instrumento de gestión integral del cambio climático que orienta y facilita la acción de cambio climático del Estado a nivel nacional, regional y local a largo plazo. ¿Pero cuánto es lo que el Estado aporta para el financiamiento de la implementación de la Estrategia Nacional ante el Cambio Climático? Es poco o casi nada lo que se percibe al respecto, tanto así que no se ha visto la socialización de dicha estrategia, lo que constituye cierta debilidad de la misma sobre algo básico y primordial. ¿Cómo la población participa de la estrategia si la desconoce? El cambio climático afecta a todos y todos tenemos un rol que cumplir. El cambio climático ya impactó sobre nuestros nevados. Tal es el caso de las cumbres en Áncash-Huaraz: el Pastoruri, del cual queda muy poco y se va derritiendo más rápido de lo que nunca antes se hubiera creído posible. Siendo ello una muestra de los grandes cambios en los ecosistemas que ocasiona el calentamiento global, lo cual genera la preocupación de que estemos haciendo mucho menos de lo necesario. En el ámbito local, en la ciudad de Moyobamba, ubicada en la región San Martín, actualmente el cambio climático es sentido y percibido por la población; es decir, siente el incremento de la temperatura respecto de años anteriores. En Moyobamba, 30 años atrás el clima era benigno, con corrientes de vientos húmedos, etc. Cada año el clima ha ido cambiando, debido a las diferentes actividades del hombre por satisfacer las necesidades propias y las de su familia, pero de un modo poco compatible con el ambiente. De hecho, el cambio climático no solo afecta a Moyobamba, sino también a otras ciudades de la región San Martín como Tarapoto, cuya temperatura se ha incrementado respecto a la de años pasados. Es así como lo describe y percibe la población. En ese sentido, como habitantes de la Tierra, se tiene que tomar acción respecto al cambio climático, siendo los países industrializados los que tienen que asumir una carga mayor, ya que la responsabilidad de reducir las emisiones que causan el cambio climático debe recaer principalmente en quienes han creado la mayor parte del problema. Se debe incrementar los incentivos a todos los países que cuentan con bosques tropicales y que requieren recursos para su protección y conservación ante la tala indiscriminada que estos espacios vienen afrontando. De lo contrario, de no poner límites, los bosques que son los productores de oxígeno, se reducirán y por ende el cambio climático seguirá en aumento. Nuestro planeta es más frágil de lo que creemos. Ecosistemas enteros de los que dependen millones de vidas están sufriendo daños considerables. Es decir, no solo especies animales corren peligro de desaparecer, sino también pueblos enteros. Los efectos golpean con más fuerza a quienes tienen menos medios para hacer frente a la situación y a los que tienen menos responsabilidad en el problema. Nos encontramos ante una cuestión de conciencia. Nuestra acción debe regirse por los principios de la responsabilidad y el bien común. Para enfrentar el cambio no basta con las políticas internacionales y nacionales, se debe sumar la acción de los grandes países industrializados, pero también se deben sumar los millones de habitantes del planeta, cuyos hábitos de consumo contribuyen a este cambio climático. Somos finalmente quienes debemos aportar a su mitigación, cambiando nuestros hábitos de consumo por hábitos que contribuyan a la solución del problema, o sea, a favorecer el desarrollo sostenible. Nos encontramos en un momento crucial, donde tiene que primar la vida en el planeta Tierra, para el cual todos estamos llamados y, sobre todo, tenemos una responsabilidad con nosotros mismos y las generaciones venideras que serán nuestros jueces.
Noticias relacionadas