Existen muchas creencias respecto a la salud mental que pueden llevar a evitar que las personas busquen apoyo psicológico cuando lo necesiten. Para abordar este tema, el Dr. Walter Abanto Vélez, coordinador de la Escuela de Psicología de la UCV campus Piura, brindó algunas recomendaciones con ocasión de celebrarse el Día Internacional de la Salud Mental.
Al respecto, indicó que tomar medidas activas para favorecer el bienestar y mejorar la salud mental resulta beneficioso para todo el mundo. De la misma forma en que tomamos medidas activas para adoptar un estilo de vida saludable con el fin de cuidar nuestra salud física, igual debe de ser cuidada nuestra salud mental.
“Son muchos los factores que pueden proteger a las personas de los trastornos mentales, entre ellos el fortalecimiento de las habilidades sociales y emocionales; la búsqueda de ayuda y apoyo en fases tempranas; el desarrollo de relaciones familiares comprensivas, afectuosas y cálidas; un entorno escolar positivo, y patrones de sueño saludables”, declaró el especialista.
La capacidad para superar las adversidades se basa en una combinación de distintos factores; no es solo el estrés lo que lleva necesariamente a sufrir problemas de salud mental. En el caso de los niños y adolescentes que afrontan exitosamente situaciones adversas, suelen tener mayor resistencia a forjar relaciones estables y de apoyo con la familia, los amigos y los adultos de su entorno.
“Recordemos además que un problema de salud mental no tiene nada que ver con ser débil o no tener fuerza de voluntad. No es algo que las personas elijan tener o no tener. De hecho, reconocer que se necesita ayuda para superar un problema de salud mental requiere mucha fuerza y valor. Cualquiera puede desarrollar un problema de salud mental”, agregó el Dr. Abanto. Quizá sea esto el principal motivo por el que los varones son renuentes a buscar ayuda psicológica o psiquiátrica, pues para ellos es una muestra de debilidad en una sociedad donde aún hay ideas arraigadas sobre el machismo.
Por último, nuestro psicólogo hizo referencia a las conductas o estilos de vida que nos inculcan en nuestras familias. “Todos podríamos desaprender y aprender, para ello debemos tener la voluntad de ser mejores personas. Lamentablemente, dentro de las familias, asumimos como normales algunas conductas o comportamientos de nuestros hijos aduciendo que es parte de su genética o de su forma de ser. Debemos recordar siempre que la mejor forma de orientar y enseñar es con el ejemplo”, acotó.
“La comunicación familiar es fundamental. Cuando veamos que algún miembro de la familia muestra desánimo o fastidio, propios del estrés, debemos crear un entorno familiar acogedor y mostrar interés en la situación personal que lo aflige. Para ello generemos el hábito de comunicarnos entre nosotros y mostrar interés en nuestros hijos, en nuestras parejas desde que iniciamos la convivencia familiar”, finalizó el especialista de la UCV.
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