Hablar de turismo es hablar de las bondades que tenemos para mostrar y compartir con todos los visitantes; es dar a conocer nuestra cultura, es fomentar el desarrollo social anteponiendo los derechos de las personas en el crecimiento de la actividad turística y de desarrollo económico que busca el crecimiento de los negocios de manera ecuánime para que sean sostenibles en el tiempo.
Esta es una realidad no solo de nuestro país, sino a nivel internacional. Es por ello que, cada 27 de setiembre, desde 1980, se conmemora el Día Mundial del Turismo, actividad fomentada por la Organización Mundial del Turismo (OMT), quien año tras año busca promover las inversiones turísticas de manera sustentable, y, últimamente, contribuye a la recuperación del turismo y a aminorar el impacto ocasionado por la covid-19. En la celebración de este año destaca un lema muy interesante: “Turismo e Inversiones Verdes”, orientado a emprendimientos que proponen soluciones innovadoras en bien de la prosperidad del planeta y de las personas.
Más que una celebración es una invitación a invertir en la planta turística e infraestructura sostenible, siendo competitivos y buscando la innovación en proyectos verdes, ecoamigables y respetando el medio natural así como la parte cultural, sobre todo de pequeñas comunidades que están iniciando a trabajar en esta hermosa actividad que es el turismo, teniendo en cuenta que el turismo es uno de los más grandes empleadores y que genera puestos de trabajo directo e indirecto.
Una bonita forma de festejar este importante día es visitar con amigos y familiares lugares de interés turístico a nivel local o nacional. Se puede planear una salida hacia atractivos turísticos, muestras culturales, visitar museos, conectarse con la naturaleza y, por qué no, disfrutar de nuestra gastronomía, dándose de esta manera el turismo interno, que tiene como principal fin hacer que el flujo circular beneficie a los mercados receptores, empresas turísticas y público en general.
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