El estudio sobre la gestión de personal se ha incrementado en todos los países, sean estos desarrollados o en vías de desarrollo, con realidades distintas por el tipo de gobierno, idioma y cultura propia de cada lugar. En las instituciones de educación superior (IES), los educadores y el personal administrativo son parte esencial del sistema educativo (Kadri & Widiawati, 2020). En los últimos años, las IES se acercan más a las industrias, lo cual conlleva a una mayor inclusión, asociación de estudiantes y actores del gobierno para la mejora en la educación superior (Dobbins & Knill, 2017).
Para que se desarrollen el conocimiento y las habilidades, el personal debe ser formado de manera integral, destinado a alcanzar competencias en desarrollo, difusión e implementación de innovaciones técnicas, pedagógicas y organizacionales, creando incentivos para todos los agentes económicos (Larionova et al., 2017). A esto se le agrega la igualdad de género. A pesar de los esfuerzos que realizan los gobiernos, promoviendo la igualdad de género, buscando equidad en el empleo y equidad salarial, falta por hacer algo al respecto (Nielsen & Madsen, 2018).
En la inclusión directa de responsabilidad, en un amplio contexto de la educación superior, todavía hay críticas que faltan hacer (UNESCO, 2016), buscando siempre la igualdad, el control del cambio climático y la salud ocupacional.
La política de personal es una parte de todas las actividades de gestión y políticas de producción de la organización (Panchenko, 2021). Su objetivo es crear una cohesión, mano de obra responsable, desarrollada y productiva.
Por lo tanto, la gestión de personal se ve en el contexto privado y público, sin diferencia de género y con un toque de liderazgo y política de personal en cada organización.
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