Ante las exigencias de un mundo actual, la responsabilidad social universitaria ha marcado la gran importancia en la enseñanza, aprendizaje y en la formación humanista, con una mirada que puede contribuir a la sociedad y el compromiso de cómo promover cambios sociales de conductas responsables para el bienestar comunitario.
En las últimas décadas, se ha incrementado la preocupación por la falta de responsabilidad cívica en los estudiantes de educación básica regular, y muchos investigadores (Vallaeys, 2016) hacen referencia al gran compromiso que tiene la universidad en impulsar transformaciones de ciudadanos íntegros para responder a los desafíos locales como también globales.
La formación profesional en valores se traduce en beneficio para la sociedad. En ese sentido, la formación superior es un pilar fundamental que permite devolver a la comunidad ciudadanos con un alto espíritu moral, convertidos en profesionales reflexivos con profundo sentido de pertenencia hacia su entorno, críticos y capaces de involucrarse en las transformaciones para el logro del bien común (Medina et al., 2017)., que respondan a la solución de los diversos problemas que acontecen en la humanidad, con acciones armoniosas y voluntarias, y con una mirada de rostro humano para la transformación de la sociedad.
El docente de aprendizaje de servicio cumple un rol muy importante, pues es un agente transformador que motiva y sensibiliza a través de las estrategias pedagógicas que aportan al logro de los objetivos de desarrollo sostenible, para luego convertirse en ciudadanos comprometidos con el cambio, dando respuestas innovadoras y gestionando de manera eficaz la calidad de vida de nuestros pobladores menos favorecidos.
Este impacto en la comunidad con principios éticos responde a diversas necesidades. Cobra mayor sentido en cuanto al impacto social, cognitivo y formativo, promoviendo el desarrollo sostenible de manera eficiente, en cuanto a los recursos en el uso adecuado del agua, energía, residuos sólidos, como también al logro de los objetivos en el bienestar en la salud, educación, inclusión y diversidad cultural, cambio climático, desarrollo económico y emprendimiento.
¡La responsabilidad social es el compromiso de toda la comunidad!
Génesis 1:26-28: “Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, dando sabiduría, amor al prójimo y cuidado de su planeta”.
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