En la actualidad, uno de los desafíos más prominentes en el ámbito de la construcción de viviendas y calles en el distrito de Chepén es el análisis de los efectos ocasionados por las precipitaciones pluviales. Estas lluvias, que son una parte esencial del ciclo hidrológico y la vida misma, pueden tener consecuencias significativas en las estructuras y la infraestructura de la región, generando gastos en reparación y reconstrucción. Además, la necesidad de implementar sistemas de drenaje adecuados en las calles implica una inversión adicional en infraestructura. Estos gastos pueden tener un impacto negativo en el presupuesto de los proyectos de construcción y retrasar su finalización.
En nuestro distrito existe una predominancia de viviendas construidas con adobe, donde la cantidad y la intensidad de las lluvias pueden tener un impacto directo. Chepén es vulnerable por su calidad de suelos arenosos al estar situado en las faldas de un cerro, y es en esta zona crítica donde se presentan deslizamientos y huaycos perjudicando a la parte baja de la ciudad, colapsando viviendas, arrastrando postes eléctricos y generando obstrucciones en el sistema de alcantarillado.
Por otro lado, las lluvias también afectan la calidad de vida de la población de Chepén de tal manera que las filtraciones de agua en las viviendas causan daños materiales y promueven la aparición de problemas de humedad y moho, lo que puede afectar la salud de las personas. Estos problemas pueden llevar a un deterioro en el bienestar de la comunidad y aumentar los gastos en reparaciones y cuidado de la salud. Además, las vías afectadas por las lluvias dificultan la movilidad de las personas y el transporte, lo que genera un impacto negativo en la economía local. El acceso limitado a las calles afecta la actividad comercial y puede disminuir el flujo de turismo, mermando los ingresos del distrito.
En respuesta a estos desafíos, es fundamental implementar medidas que mitiguen los efectos de las lluvias en la construcción y las vías. Esto incluye la adopción de técnicas de contención del suelo, sistemas de drenaje eficientes y la construcción de viviendas con medidas de impermeabilización adecuadas. Además, es necesario promover la conciencia sobre la importancia de la planificación urbana y la prevención de riesgos asociados a las lluvias.
Finalmente, ante esta realidad, ¿serán las lluvias las que realmente generan un efecto negativo en nuestra ciudad? O, por el contrario, ¿es la deficiente capacidad de gestión y respuesta de nuestras autoridades y comunidad para mitigar tal desafío?