El sistema de pensiones fue creado como un plan de ahorro forzoso con la finalidad de obtener un beneficio monetario mensual al momento de jubilarnos, que puede ser desde los 65 años; pero esto se vio alterado por la pandemia en el 2020, lo cual generó la autorización del Congreso de seis retiros, que hasta la actualidad, según la Asociación de AFP, han ocasionado un desembolso de S/87 962 millones.
Estos desembolsos buscaron solventar los gastos esenciales en salud, alimentación y educación de los aportantes. Pero estas medidas querían más beneficios políticos que atender realmente a las personas más afectadas; lo cual se comprueba con datos del INEI para el año 2022: solo el 24.3 % son trabajadores formales, es decir, por cada 10 trabajadores, solo dos son los favorecidos con esta medida.
En la actualidad, la tasa de informalidad en los sectores económicos como agricultura (90 %), pesca (87.8 %), construcción (85.4 %) y comercio (76.4 %) nos revelan dos efectos negativos de esta medida: en la población informal, que son los que más la requieren, no tiene un mayor impacto; y en la población formal, la pensión de jubilación se ve afectada severamente o totalmente.
En estos momentos de desastres naturales, los políticos proponen nuevamente la “misma solución” en el Congreso, proyectos de ley para el séptimo retiro, considerando 4 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), que para el año 2023 equivalen a una devolución de S/19 800, lo cual hace predecir en un futuro muy próximo una “población sin pensión”, según el presidente del BCRP Julio Velarde.
Sin una educación financiera es una irresponsabilidad brindar dinero que se necesita para la ancianidad, es fomentar solo el consumo en el corto plazo. Otorgar estos fondos para la compra de vivienda puede parecer positivo, solo si el jubilado alquila esta vivienda y puede obtener ingresos; caso contrario, si es para habitarla, solo le ocasionará más gastos y sin tener pensión de jubilación.
Es evidente que se requieren cambios en las políticas del sistema de pensiones, pero no por ello los congresistas pueden proponer medidas populistas e imprudentes que afectarán al país; los veremos probablemente en el futuro reclamando una asignación del Estado para esta “población sin pensión” que ellos crearon. Reflexionemos con una frase económica: Ahorro presente, consumo futuro.
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