En nuestra experiencia profesional, atender diversos casos que se presentan en la localidad nos ha permitido conocer situaciones como la de María. La joven había sido trasladada de una provincia lejana de Bellavista, para ser ubicada en un night club de Tarapoto. Sin conocer el propósito real de sus captores, ella fue llevada desde su comunidad con la promesa de un trabajo de mesera; sin embargo, al llegar al destino, fue ofrecida para prestar servicios sexuales, principal consecuencia de la trata de personas.
Casos como el de María, tienden a repetirse. Revisando noticias podemos encontrar situaciones similares en el distrito de Campanilla, provincia de Mariscal Cáceres, San Martín. En esta oportunidad, personal policial logró la intervención de personas que cometen este grave delito y rescató a seis víctimas, entre ellas, tres menores de edad.
¿Qué se sabe sobre la trata de personas en el Perú?
Según estudios realizados por el Ministerio del Interior, en el año 2024, se registraron aproximadamente 3918 víctimas del delito de trata de personas. La comisión de este delito afectó principalmente a quienes tienen un nivel básico (secundaria). Además, un 82.2 % de las víctimas son captadas con fines de explotación sexual y laboral.
Estas cifras ponen en evidencia la vulnerabilidad de las víctimas por cuestión de género, pues el 85.6 % de víctimas lo constituyen mujeres, entre los 18 y 29 años.
¿Cómo se encuentra regulado el delito de trata de personas?
En defensa de la dignidad humana, a partir del Art. 129, nuestro Código Penal contempla el delito de trata de personas y sus formas agravadas. En este apartado se sanciona la conducta de quien comete el delito con penas que van desde los 8 hasta los 25 años de pena privativa de la libertad.
¿En qué consiste el delito de trata de personas?
El delito de trata de personas castiga la conducta de quien, empleando violencia, amenazas, coacción, privación de la libertad u otros medios, capta, transporta o retiene a personas dentro o fuera del país con fines de explotación. Esto incluye la venta de menores y cualquier forma de explotación sexual o laboral.
¿Existen agravantes?
Sí. La Ley considera agravantes el abuso de la función pública, la participación de múltiples personas, el número de víctimas, o si estas son menores de entre 14 y 17 años, personas con discapacidad o si existe un vínculo familiar o de dependencia. En estos casos la sanción es de hasta 25 años de prisión.
Por otro lado, en su extremo de máxima gravedad, el delito de trata de personas aborda situaciones de muerte, lesión grave o peligro inminente de la vida y la seguridad de la víctima, así como la minoría de edad. En estas situaciones, se sanciona con penas no menores de los 25 años.
¿Por qué prevenir los actos de trata de personas?
Como sociedad organizada en un Estado constitucional, se debe velar por la dignidad y exigir que las personas no sean tratadas como objetos. Sin embargo, pese al progreso de la humanidad, aún nos topamos con sucesos que nos recuerdan tiempos de esclavitud y rechazo al respeto de las personas. Se debe prevenir la trata de personas para evitar un retroceso histórico.
La prevención comienza con informar a los ciudadanos. Es fundamental que la ciudadanía conozca en qué consiste este delito, cómo puede afectar a sus familias y que existan profesionales competentes y comprometidos, como los formados en la Universidad César Vallejo, capaces de afrontar esta problemática con estrategias efectivas.
Este compromiso, que se basa en el desarrollo de competencias, debe efectuarse a la par de la labor que desarrollan las principales entidades del Estado, mejorando las condiciones sociales, afrontando circunstancias de pobreza, bajo nivel educativo y restricciones al servicio de la salud pública, factores que ponen en riesgo a las víctimas.
Conclusión
Podemos afirmar que la comisión del delito de trata de personas lesiona gravemente el desarrollo de los derechos humanos en nuestro Estado. Este delito atenta contra la propia esencia del ser humano, al colocarlo como mercancía expuesta al mejor postor.
Corresponde al Estado afrontar este flagelo a través del desarrollo de políticas criminales efectivas, sumado a la labor de profesionales formados con competencias, valores y compromiso social.
Frente a esta creciente realidad delictiva, es importante fortalecer la promoción de los derechos fundamentales y reafirmar el valor de la dignidad, brindando condiciones sociales dignas e información clara a los ciudadanos.
Comprender el delito de trata de personas es el primer paso de la prevención. Tal como expresó el maestro César Vallejo: “Hay, hermanos, muchísimo que hacer”.