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Explorando las delicias y beneficios de las rutas del café peruano

Por: Universidad César Vallejo
Noviembre 18 de 2023
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En el pintoresco escenario de los Andes y la selva amazónica se oculta uno de los tesoros más aromáticos y sabrosos del Perú: su café. Más allá de ser una simple bebida estimulante, el café peruano es un verdadero regalo de la naturaleza que ofrece un sinfín de beneficios para la salud y el placer sensorial. Además, el país sudamericano ha tejido una red de rutas del café que no solo deleitan los sentidos, sino que también contribuyen a su desarrollo económico y turístico. El café es mucho más que cafeína. Es un elixir compuesto por una orquesta de sustancias bioquímicamente activas que incluyen antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales. La cafeína, esa bien conocida chispa que nos despierta por la mañana, es solo uno de los protagonistas en este nutriente conjunto. Los polifenoles y compuestos fenólicos presentes en el café, como los ácidos clorogénico, fenílico y cafeico, actúan como guardianes celulares, defendiendo nuestro cuerpo contra los radicales libres y reduciendo su daño. Además, el café es un aliado en la lucha contra ciertas enfermedades. Se ha asociado el consumo moderado de café con la reducción del riesgo de diabetes tipo 2 y ataques cardíacos. Los nutrientes presentes en el café parecen tener un efecto protector sobre el corazón y la circulación, y las investigaciones continúan para desentrañar los mecanismos exactos detrás de estos beneficios. En Perú, el café es una industria vital y vibrante. El país se encuentra entre los principales productores y exportadores de café en el mundo. Desde las regiones montañosas hasta las profundidades de la selva mantienen diversos cultivos de variedades de café Coffea arabica, cada una con su propio perfil de sabor y aroma. La joya de la corona es la variedad Typica, que representa la mayoría de la producción nacional. Las regiones de Amazonas, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Junín, Pasco, Piura, Puno y San Martín son las protagonistas de este cuento cafetero. La altitud y el microclima único de estas áreas contribuyen a los sabores y aromas excepcionales que caracterizan al café peruano. Pero el Perú no solo produce café, también ha perfeccionado el arte de la presentación. El café especial y el café orgánico se destacan como estandartes de calidad y sostenibilidad. Los cafés especiales, con puntuaciones superiores a 80 según los estándares de la Asociación de Cafés Especiales de América (SCAA), deleitan a los paladares más exigentes con sus perfiles de sabor únicos y libres de defectos. El café orgánico, cultivado bajo la sombra de árboles altos, brinda una experiencia sin igual, combinando la exquisitez con la conciencia ambiental. Dos denominaciones de origen, Café Villa Rica y Café Machu Picchu-Huadquiña, otorgan a ciertas regiones el reconocimiento de producir cafés que son verdaderas joyas aromáticas y gustativas. Estos cafés llevan consigo los aromas y sabores de su tierra natal, representando la riqueza de su territorio y microclima. Y, por supuesto, no podemos pasar por alto las rutas del café peruano. En la selva central, ciudades como Villa Rica, Tingo María y Chachapoyas se han convertido en destinos mágicos para los amantes del café y los viajeros curiosos. Estas rutas no solo permiten a los visitantes probar el café fresco, sino también sumergirse en su proceso de producción, desde la cosecha hasta la taza. Son una invitación a explorar el mundo detrás de cada sorbo y a apreciar la dedicación y la pasión que se vierten en cada grano. El café peruano es más que una bebida, es una historia de sabor, cultura y compromiso. Las rutas del café no solo nos llevan a través de hermosos paisajes, sino que también nos sumergen en la rica tradición cafetera del país. Desde los cafetales en las montañas hasta la taza que sostenemos en nuestras manos, cada paso en esta travesía nos conecta con la tierra, la gente y la esencia misma de Perú. En un mundo donde la conexión entre lo que comemos y la tierra que lo produce es cada vez más importante, el café peruano brilla como un ejemplo de cómo los sabores auténticos y la sostenibilidad pueden unirse en una experiencia única. Disfrutar de una taza de café peruano no es solo deleitar nuestros sentidos, es apoyar a las comunidades cafeteras locales y celebrar la diversidad que hace que este elixir sea tan especial. Así que la próxima vez que saborees una taza de café peruano, recuerda que estás bebiendo mucho más que café, estás bebiendo una historia de pasión, tradición y la riqueza de la tierra que lo hace posible. En cada sorbo, te sumerges en las rutas del café peruano y te conviertes en parte de esta narrativa enriquecedora y sabrosa.
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