La indagación colaborativa se constituye en un proceso cíclico y de desarrollo sostenido; tiene base en la construcción del conocimiento situado y conducido por agentes de la educación, con base en la valoración y juicios de los estudiantes, docentes y directivos para que se produzca la información bajo una visión reflexiva. Las interrogantes que se generan en la indagación deben partir de los mismos participantes para que se garanticen los intereses de la investigación.
La indagación colaborativa, según García (2017), es la planificación de un diseño curricular que involucra muchos factores con el propósito de realizar un proyecto de acción participativa. Lo que reafirma Fang (2018) sobre el tema es que se puede lograr la superación de barreras de inequidad e injusticia social mediante la construcción de un conocimiento compartido.
Es preciso reconocer la existencia de escuelas que no buscan romper con paradigmas y que solo muestran al estudiante temas relacionados con su grado. La investigación es un gran potencial para poder transformar las escuelas en una práctica educativa extensa en el país, basada en la comunicación local sobre soluciones problemáticas.
La mayoría de docentes en la actualidad buscan la solución más fácil para desarrollar el proceso de aprendizaje del alumno. Ante ello, se debe tener en cuenta que la indagación colaborativa no busca promover una nueva manera de formular conceptos, únicamente se necesitan las ganas de practicar una nueva forma de enseñar por medio de la investigación de docentes y directivos en forma participativa.
Por otra parte, desde que nos encontramos en época de transformación profunda por la llegada de la tecnología, nuestras relaciones sociales han cambiado la vida cotidiana y los procesos de aprendizaje. En este contexto, sabemos que al investigar nos acercamos cada día más al mundo de la práctica, porque hemos podido construir nuevos conocimientos de manera colaborativa y el docente es hoy en día el facilitador que deseamos transformar. No se busca tener respuestas de parte de los alumnos para poder ser evaluados, lo que se necesita es obtener nuevas preguntas sobre temas planteados.
Además, el modo colaborativo fortalece la reflexión y acción de docentes hacia nuevas rutas educativas, motivándose y ayudando a motivar a quienes aún no han comenzado con esta práctica. Al explorar este camino del cambio educativo no solo aprende el estudiante, todos enseñan y todos aprenden, haciendo alusión a que no hay mejor investigador que aquel que investiga.
Es por ello que cabe preguntarse desde una perspectiva más amplia: ¿Puede la investigación ayudarnos a transformar los colegios en un lugar de indagación colaborativa? ¿Cuáles serían las mejores estrategias que deben utilizar los colegios para buscar la participación de docentes y directivos hacia el cambio en la manera de educar?
En primer lugar, para dar respuesta a las preguntas, podemos decir que la investigación sí puede ayudar a transformar colegios en indagación colaborativa, asumiendo retos entre docentes y directos, comenzando con ideas creativas sobre posibles soluciones en áreas que necesitan mejorar. Este reto no significa que el cambio será rápido, se debe considerar que en todo proceso hay riesgos, pero para llegar al éxito se debe asumir posibles errores; las relaciones entre los participantes son de suma importancia porque sobre su motivación implica la búsqueda de buena información que ayudará al proceso. Además, se debe tener en cuenta que las oportunidades de liderazgo ayudan a involucrar a todos los participantes en acciones que mejorarían el aprendizaje del alumno.
En segundo lugar, se deben realizar foros educativos con participantes que experimenten la indagación colaborativa en su proceso de aprendizaje; de esta manera, basándonos en lo real, los docentes iniciarán una nueva manera de enseñar, realizando trabajo en equipo y con la participación de directivos y alumnos para el proceso de cambio.
Finalmente, podemos decir que el aprendizaje basado en la indagación colaborativa busca enfrentar retos hacia nuevos modelos de enseñanza por medio de la práctica docente y la participación de todos los involucrados dentro de una institución, ayudando a mejorar la comunicación y el proceso de enseñanza por medio de la experiencia e integración.
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