Los nuevos profesionales del siglo XXI deben ser curiosos, éticos, empáticos y competitivos, pero también con visión de desarrollo y preparados para afrontar los nuevos cambios y romper los paradigmas que nos presenta en la actualidad el avance de la ciencia y la tecnología. Al mismo tiempo, deben tener una mirada objetiva y visión de desarrollo en los diferentes niveles territoriales y sectoriales que tiene nuestro país. Esto implica la voluntad de explorar las oportunidades de aprendizaje del mundo competitivo y promover lo aprendido en las generaciones futuras o en los jóvenes que a menudo pueden ser más hábiles que sus propios instructores.
Las competencias de los profesionales del siglo XXI se concentran en la resolución de problemas, generación de emprendimiento, trabajo colaborativo, visión de desarrollo y competitividad. Estas son algunas de las habilidades que deben adquirir estos profesionales.
El mundo experimenta cambios sociales, políticos, tecnológicos y económicos constantes; algo que se ve reflejado en nuestro día a día y también en el mundo laboral, donde cada vez se demandan nuevos profesionales con perfiles asociados a competencias específicas.
Además, los nuevos profesionales deben reunir una serie de características, habilidades y experiencias para conseguir una oportunidad en el mercado que le permita desarrollar su conocimiento y talento. Para ello, el profesional del siglo XXI debe poseer ciertas características que el mercado laboral estatal y privado exige, tales como:
Valores sociales: las competencias que van a volver a tener gran importancia son aquellas que están ligadas a valores como la ética, la fidelidad y el juego limpio. Asimismo, las habilidades internacionales, donde la globalización hace que se trabaje con profesionales de muchos países y con distintos idiomas. De ahí, la necesidad de hablar al menos un idioma adicional.
Emprendimiento e innovación: emprender dentro de las propias compañías empieza a ser ya una realidad, por eso es necesario tener la capacidad de imaginar el futuro, innovar y aportar; son acciones que cada vez toman más valor.
Comunicación y habilidades sociales: tanto a nivel escrito como a nivel oral. Cuando se domina esta habilidad, la persona adquiere confianza y el mensaje llega con mayor claridad al receptor. Hoy en día es de gran importancia saber comunicarse a través de las redes sociales. Es valorable la capacidad para transformar lo necesario, motivando a los demás desde la ejemplaridad y la gestión de las emociones.
Trabajo de forma remota: la tendencia al teletrabajo es cada vez mayor, por ello, la capacidad de colaborar, gestionar y negociar con equipos virtuales es importante.
Resiliencia: es la capacidad de asumir el fracaso y reponerse rápidamente del mismo. Esta es una habilidad que cobra cada vez más importancia por la situación de constante cambio e incertidumbre en la que nos encontramos.
Trabajo en equipo: ser capaz de poner en común recursos, conocimientos, opiniones, ideas y soluciones hace que aumenten las posibilidades de éxito. Las empresas promueven formas de trabajo cada vez más colaborativas porque son conscientes de las ventajas del trabajo en equipo para la resolución de problemas.
Gestión de la imagen propia: tener una marca personal de referencia en su sector. Esta será otra de las habilidades necesarias para encontrar empleo frente a la alta tasa de desempleo y a la brecha educativa que generan una mayor competencia a la hora de buscar trabajo.
Flexibilidad y adaptación al cambio: en un mercado cambiante y en el que las empresas gestionan nuevos proyectos continuamente es importante que el trabajador sea capaz de adaptarse a cada contexto y situación.
Aprendizaje constante y curiosidad: estar en fase beta permanente, aprendiendo siempre y reinventándose. Además, es importante tener entornos personales de aprendizaje en constante crecimiento.
En conclusión, los nuevos profesionales del siglo XXI deben ser competitivos con visión técnica del desarrollo y con visión del crecimiento socioeconómico, teniendo en cuenta los diferentes elementos que presenta la gobernabilidad en nuestro país. Al mismo tiempo, la tendencia debe ser llegar hacia un desarrollo sustentable, donde la misión de servicio de los profesionales esté abocada a dar condiciones de vida a las diferentes clases sociales que existen en nuestro país.Noticias relacionadas